Mientras los cristianos en general, en este caso los hermanos Bautistas, siguen su ritmo “normal”, sus renombrados líderes están tratando a todo dar para ver si pueden llevar a sus rebaños al Vaticano, muchos de los cuales nunca estuvieron allí, ya que son hijos de padres cristianos. Pero aquellos que lograron escapar del paganismo vaticano, o bien se alejarán de su tan apreciada Convención Bautista, o darán cumplimiento a lo que dice el apóstol, cuando escribió: “Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito y la puerca lavada a revolcarse en el cieno” (2 P. 2:21,22). ¡Quién diría que los líderes Bautistas estarían ocupándose de cómo lograr el regreso al catolicismo romano! A esta altura no creemos que los miembros de dicha Convención desconozcan este lamentable hecho de traición a los principios bíblicos que en el pasado constituían una sólida base para mantenerse alejados de tan corrupta organización y tanto paganismo, con sus pomposas concentraciones y sus sistemas babilónicos de adoración de dioses y diosas.
“El expositor Bautista”, órgano oficial de la Convención Bautista argentina, en su edición que corresponde al mes de Febrero del 2002, aparece el siguiente título:
“REUNIÓN CUMBRE ENTRE CATÓLICOS Y BAUTISTAS”
Luego sigue:Durante los días 5 al 7 de diciembre pasados, se llevó a cabo una histórica ronda de conversaciones fraternales entre altos dignatarios de la Iglesia Católica Romana y de la Alianza Mundial Bautista (Baptist World Alliance).
Claro que esto no es exclusividad de la Convención Bautista argentina, sino de la misma Alianza Mundial Bautista. Otro detalle que debo aclarar, es que no se trata de católicos buscando la unidad con los bautistas, sino que son éstos los que buscan a los católicos. Esto ocurre al máximo nivel, nada menos que la AMB. El artículo sigue diciendo:
El encuentro tuvo lugar en las instalaciones del Seminario Internacional Teológico Bautista en Buenos Aires, en el marco de las conversaciones tendientes a la búsqueda de acercamiento y fortalecimiento de vínculos entre católicos y bautistas.
Estas reuniones están relacionadas con una serie de conversaciones internacionales oficiales que ambos grupos han sostenido entre 1984 y 1988. Como resultado, en 1990 se publicó un informe titulado: “Llamamiento a Testificar de Cristo en el Mundo de Hoy”.
Entre los asistentes al encuentro en Buenos Aires se destaca la presencia del Cardenal Walter Kasper (Alemania), Presidente del Pontificio Concejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y enviado especialmente desde el Vaticano para este evento. Además, los obispos Marc Ouellet, John A. Radano y Julio Terán Dutari (Ecuador), los sacerdotes Juan Usma Gómez, Gabriele Cipriano (Brasil), y Jorge Scampini, Carlos Schickendantz y Francesco Ballarini (los tres de la Argentina).
Por el otro lado, el organismo bautista mundial estuvo representado por su Secretario General, el Dr. Denton Lotz (EE.UU.); Dr. Tony Cupit (Australia), director de Evangelismo, Educación, Estudios y Desarrollo; Dr. Nilson Fanini (Brasil), ex presidente de la Alianza; el Dr. Raúl Scialabba (Argentina), uno de los dieciséis vicepresidentes del organismo; Amparo de Medina (Colombia), Nancy Bedford (Argentina), Paul Eustache (Venezuela), Josué Fonseca (Chile), Tomás Mackey (Argentina), Harold Segura C. (Colombia), Fausto Aguiar de Vasconcelos (Brasil), Emigdio Veizaga G. (Bolivia) y Carlos Villanueva (Argentina).
Las sesiones se llevaron a cabo en un riguroso ámbito cerrado. Pero el jueves 6 de diciembre, por la noche, hubo una celebración abierta a todo público. La liturgia austera para esa ocasión contempló la participación por partes iguales de católicos y bautistas. Se inició con una alabanza comunitaria a través de la lectura antifonal del Salmo 133. Acto seguido, se leyó una Oración por el Perdón, a la que los asistentes respondían: “Señor, ten piedad de nosotros”. Algunos números musicales, a cargo de nuestra hermana Leticia de Clark y un conjunto juvenil de una parroquia en Berazategui, dieron un toque de color a la celebración.
El momento central del acto estuvo a cargo del Dr. Denton Lotz y del Cardenal Walter Kasper. Lotz transmitió saludos de los cien millones de bautistas de todo el mundo y en especial del presidente de la AMB, Billy Kim (Corea). El cardenal Kasper presentó los saludos del papa Juan Pablo II.
El programa de las reuniones para el primer día incluyó “Temas teológicos entre Bautistas y Católicos en América Latina”, que fue expuesto por Makey, Vasconcelos, Medina y Fonseca, del lado bautista. Los panelistas católicos fueron el obispo Dutari, y los sacerdotes Cipriani, Scampini y Schickendantz.
El segundo día se trabajó sobre una ponencia del cardenal Kasper, titulada: “La noción de communio como base para la conversación en temas controversiales”. Kasper expuso la necesidad de entender en qué consiste la comunión cristiana a partir de las Sagradas Escrituras. Explicó, también, que el documento Dominus Iesus “no dice que las comunidades eclesiales de la Reforma no son iglesias; sólo sostiene que no son iglesias propiamente tales” en el sentido Católico.
Vale la pena comentar siquiera en líneas generales este gran encuentro ecuménico entre los... “altos dignatarios” en un Seminario Teológico Bautista. Serán altos en nivel humano, pero ciertamente son enanos en lo que a sana doctrina se refiere. La ponencia del cardenal Kasper se tituló: “La noción de communio como base para la conversación en temas controversiales”. No dice que la Biblia será la base para la conversación en temas controversiales... Pero... ¿qué comunión verdadera puede haber entre cristianos y católicos, si se los mide a través de la Biblia? Prácticamente no existen doctrinas bíblicas en las que católicos y cristianos puedan estar de acuerdo. Tomemos solamente algunos ejemplos:
1• El católico cree que las obras buenas salvan, pero la Biblia enseña que la salvación es enteramente por la gracia divina (Ef. 2:8,9).
2• El católico cree que es la iglesia suya la que tiene derecho o autoridad para “dispensar las gracias”, pero la Biblia enseña que la gracia divina está disponible para todos y que es Dios mismo quien se la ofrece (Ro. 3:24,25).
3• El católico cree en la inmaculada concepción de María, pero la Biblia dice que la grandeza de María consiste en que ella reconoció a Jesús como su Señor, su Dios y su Salvador, y que todos somos pecadores incluyendo a María (Ro. 3:23; Lc. 1:45).
4• El católico cree en una iglesia con sus jerarquías, pero la Biblia enseña que el único que tiene jerarquía es Jesucristo; y todos los salvos somos hermanos (Mt. 23:8-10).
5• El católico cree que en la misa se vuelve a sacrificar a Cristo por medio de un supersticioso concepto de transubstanciación, pero la Biblia enseña que la Cena del Señor es en conmemoración de la muerte de Cristo (1 Co. 11:23-25; He. 10:11,14).
6• El católico cree que es su deber confesar sus pecados a un sacerdote, pero la Biblia enseña que el único que tiene autoridad para perdonar pecados es el Señor (Mt. 9:1-6).
7• El católico sostiene que el celibato es exigido para desempeñarse como “sacerdote”, pero la Biblia enseña que el celibato es doctrina de demonio (1 Ti. 4:1-3; 1 Co. 7:8,9).
8• El católico insiste en unirse, pero la Biblia dice: “salid de en medio de ellos pueblo mío” (2 Co. 6:14-18).
9• El católico enseña que el bautismo le hace cristiano a uno, pero la Biblia enseña que es Cristo quien lo hace (Hch. 3:19; Jn. 1:12 y 5:24).
10• El católico enseña que María es nuestra mediadora, pero la Biblia enseña que el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo (1 Ti. 2:5).
11• El católico enseña que el papa es el sucesor de Pedro y la cabeza de la iglesia. Pero la Biblia dice que Pedro no tuvo sucesor alguno ni era jerarca en sus días y que la cabeza de la iglesia es Cristo mismo (Ef. 5:23).
12• El católico enseña que su iglesia es la única verdadera y que fuera de ella no hay salvación. Pero la Biblia enseña que la única iglesia es la de Cristo y que Cristo mismo es el único Salvador. Fuera de él no hay iglesia ni medio alguno de salvación (Jn. 14:6).
13• El católico canoniza a sus “santos”, pero la Biblia enseña que todos los salvos son santos (1 Co. 1:1,2; Fil. 4:21,22).
14• El católico coloca la tradición de la iglesia a la par con las Escrituras. Pero el cristiano toma la Biblia como la única autoridad divina y que la tradición de los hombres invalida la palabra de Dios (Mt. 15:1-9; 2 Ti. 3:16,17; Pr. 30:5,6).
Las diferencias son interminables. Estas son solamente algunas de ellas. Pero... ¿qué le parece las futuras congregaciones, producto de esta unión adúltera? Sólo piense por un momento en una reunión donde desaparecen las diferencias. Supongamos que católicos y cristianos están todos juntos, probablemente en un templo donde antes se congregaban los cristianos o en una catedral católica. El que dirige es un protestante, el Rev. Beizaga, digamos. De pie en la plataforma, dice: “Hermanos, vamos a cantar para alabanza del Señor” “¿Qué les parece si cantamos el himno, Sublime gracia del Señor?” ¡Amén! grita alguien en el auditorio. Luego quien dirige, agrega, pero... por favor donde dice “sublime gracia del Señor”, cambien por... “Sublime Gracia de María”. Una vez ensayado y bien cantado, el período de “alabanza” continúa y ahora se anuncia otro “himno”. Hermanos, cantemos ahora “Ave María”, pero... yo le pido al cardenal Kasper que por favor dirija este himno que todavía no lo conozco... El cardenal se excusa con una sonrisa cínica, diciendo... mándenme a confesar o hacer misa y mandar a quienes están bajo mis órdenes; pero no me obliguen a cantar, porque no tengo oído musical. Recomiendo que lo haga el Dr. Fanini. Este se pone de pie y anuncia: “Ta bom hermaos...” y continúa en un... portuñol diciendo: Si quieren que yo dirija, está bien, pero tendrán que cantar en portugués porque yo soy brasileño...
A esta altura ya la reunión está bien inspirada. Parece que a todos les gusta este... “período de alabanza”. No olvidemos que esto de... “alabanza” ha sido practicado por muchos años, pues tanto católicos como carismáticos lo han hecho y siguen haciendo, habiendo descubierto, entre las tantas “revelaciones” que tuvieron, que ahora Dios lo único que desea es alabanza.
De modo que si esa... “alabanza” une a los cristianos, si hace que uno se sienta bien, Dios está sonriente en el cielo mirando algo tan hermoso que se está produciendo en la tierra.
¿Y qué en cuanto a las confesiones y el celibato...? Porque ahora los pastores que ya se han casado, no podrán ser tan célibes como los católicos. Pero, por lo menos podrán vestir sotana negra y sin duda aprenderán a confesar. Los templos de los cristianos que se adhieran a esta corrupción y paganismo, tendrán que cambiar en buena parte. Algunas imágenes de la “siempre virgen María”, algún lugar donde prender velas y, ciertamente, el confesionario. ¿Y en cuanto a la misa? Bueno, tan sólo los movimientos del “ministro”, que este caso requiere, será difícil aprender. Son más de 30 diferentes movimientos que el sacerdote tiene que hacer. Que de frente al público, que de espaldas, que de perfil, que agacharse, que levantar dos dedos, luego tres, que arrodillarse, que murmurar algunas palabras etc... Por supuesto que los pastores ya mayores rechazarán todo esto aduciendo que no podrán recordar tantas cosas. Pero los jóvenes que desearán dedicarse al “ministerio” tendrán que concurrir a seminarios católicos, porque, no olvidemos, el catolicismo no cederá ni un milímetro. El cristiano tendrá que cederlo todo. Sus convicciones, si alguna vez las tenía, sus principios de fe, doctrinas y todo cuanto tiene que ver con las Escrituras. Además, tendrá que adoptar el culto a los “santos”, el sistema babilónico jerárquico de esta prostitución religiosa y el culto a María, que ahora es ascendida a... Reina del Cielo. ¿Lo harán los pastores bautistas? Si no tuvieran intenciones para hacerlo, jamás buscarían a los católicos haciendo sus peregrinaciones a la meca del Vaticano y luego abriendo las puertas de sus propias instituciones teológicas para estos “profetas de Baal”. Esta es una muestra más de la “abominación desoladora” (Mt. 24:15).
¿Cómo llama la Biblia a estos encuentros? Permítame citarle algunos textos que nos advierten de estos días:
“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Co. 11: 13-15).
¿Es posible que pastores tan renombrados estén dentro de esta categoría? Bueno, de ser posible, sí, lo es. No pretendo asegurar que en cada caso tenemos a estos “obreros fraudulentos”, porque esto lo juzgará Dios. Sin embargo este esfuerzo sistemático, valiéndose de sus posiciones de liderazgo, de guiar a tantos cristianos sencillos en dirección al paganismo, es asunto muy serio y es severamente denunciado en las Escrituras, tanto en el Antiguo y Nuevo Testamentos. Recordemos a Balaam, que obtenía revelaciones divinas y sin embargo, llegado el momento, se comprobó que se trataba de un hombre que había amado más el oro que se le ofrecía si maldecía a Israel, que al mismo Dios de quien recibió tanta revelación.
Si quiere familiarizarse con este “Rev. Balaam” lea en Nm. 22 y varios otros pasajes incluso en el N. Testamento donde es mencionado, por ejemplo en 2 P. 2:15, Jud. 11 y Ap. 2:14.
Este hombre corrompió a Israel cuando aconsejó a Balac para que tratara que los jóvenes israelitas se casaran con las moabitas paganas. Así lo consiguió todo. Estos “líderes” bautistas son por lo visto alumnos del Rev. Balaam y ofrecen la misma dañina, prohibida y peligrosa unión. Sabrá Dios tratarlo a cada uno cuando llegue el día. También Pedro habla de ellos, cuando dice: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercaderías de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme” (2 P. 2: 1-3).
Cuando en 1960 se hablaba tanto del Concilio Vaticano II, muchos de los pastores bautistas y de otras denominaciones bíblicas, no querían ni perder tiempo para discutir el asunto, pues parecía completamente fuera de toda posibilidad de que el deseo del Vaticano de la... “unidad de los cristianos” pudiera realizarse bajo el liderazgo, amparo y filosofía del catolicismo. Pero, aunque tuvieron que pasar 40 años, el enemigo de nuestras almas tiene algo que debemos reconocer. Satanás tiene mucha paciencia.
Tanto es así que llegó el momento cuando los que sí conocieron la verdad, resultaron ser quienes ahora buscan esa “unidad”. Por supuesto que no pretendemos decir que todos los bautistas van en la misma dirección, porque sabemos que los hay muchos que son fieles a la Palabra y a la sana doctrina. Lo que resulta alarmante, es que tanto el presidente como el secretario de la AMB son parte clave de esta conspiración de los principios bíblicos.
Lo que estamos viendo y viviendo, se llama simplemente apostasía. Apostasía es lo que conocemos como una rebelión contra Dios. No es nada nuevo. Comenzó en el Edén cuando Eva, al desobedecer a Dios, hizo alianza mundial con Lucero. ¡Parecía tan hermoso, tan auténtico, tan deseoso de ayudar a Eva a ascender un poco más hasta llegar a ser su propia diosa! Por otra parte, las palabras... “no moriréis”sonaron agradables a sus oídos.
Puede Ud. estar seguro que esta marcha “de regreso a Roma” nadie la detendrá. Esto queda por cuenta de cada uno, unirse o no a semejante rebelión. Tenemos un caso que nos muestra cómo, cuando aquellos que conocieron al verdadero Dios, se rebelan y cómo están determinados a no ceder, aunque tengan todas las evidencias de su equivocación. Podemos estar seguros que el culto a María no es negociable para el catolicismo romano. Ella es simplemente la primera en la escala de la deidad, es decir: María, Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.
Pero debemos saber que cuando ellos invocan el nombre “María”, no se están refiriendo a la sencilla aldeana, que fuera madre de Jesús. Es completamente otra esta María que llegó a ser diosa del paganismo desde los días de Nimrod. En los años después del diluvio en los días de Noé, la humanidad guiada por un hombre diabólico llamado Nimrod y su terrible esposa llamada Semiramis, congregaron a la humanidad en la planicie de Sinar o Babilonia antigua. Construyeron una ciudad y una torre para practicar la astrología y comunicarse con los demonios. Lo siguiente que hicieron fue sustituir la gloria de Dios por imágenes o ídolos, de hombres, aves, cuadrúpedos e incluso reptiles. Aquí nació la idolatría, el paganismo y el politeísmo. Ralph Woodrow en su libro Babilonia Ministerio Religioso, dice:
Uno de los ejemplos más sobresalientes de cómo el paganismo babilónico ha continuado hasta nuestros días, puede verse en la forma en que la iglesia romana inventó el culto a María, para reemplazar el antiguo culto a la diosa madre de Babilonia... Después de la muerte de Nimrod, su adúltera esposa dio a luz a un hijo del que afirmó había sido concebido sobrenaturalmente. Proclamó que éste era un dios-hombre, que era Nimrod mismo su líder, que había renacido y que tanto ella como su hijo eran divinos. Esta historia era ampliamente conocida en la antigua Babilonia y se desarrolló en un culto bien establecido, el culto de la madre y el hijo. Numerosos monumentos de Babilonia muestran a la diosa madre Semiramis con su hijo Tammuz en sus brazos.
Ahora cuando el pueblo de Babilonia fue disperso en las varias áreas de la tierra, llevaron consigo el culto a la divina madre y al dios-hijo. Esto explica por qué todas las naciones en tiempos pasados adoraban a la divina madre y a su hijo de una u otra forma.
Entre los chinos se la llamaba la diosa madre “Shingmoo” y se representa con un niño en los brazos y rayos de gloria alrededor de su cabeza. Los germanos veneraban a la virgen “Hertha” con un niño en los brazos. Los escandivos la llaman “Disa”, y también la representan con el niño en los brazos. Los estrucos la llaman “Nutria”, en India, la “Indrani”, que también era representada con un niño en los brazos, y también entre los druidas adoraban a la “Virgo Paritura”, como a la “Madre de Dios”.
La madre babilónica era conocida como “Afrodita” o “Ceres”, por los griegos; “Nana” por los sumerios, y como “Venus” o “Fortuna” por sus devotos en los viejos días de Roma, su hijo era conocido como “Júpiter” (Babilona Misterio Religioso, páginas 19 y 20).
Siempre los cultos paganos llegaron a ser muy bien recibidos en las diferentes regiones del mundo. Cuando Constantino firmó el decreto haciendo su imperio “cristiano”, de la noche a la mañana los sacerdotes de Semiramis con su hijo en brazos, pasaron a ser “cristianos por decreto imperial”. Desconociendo totalmente las Escrituras y las enseñanzas de Cristo y de los apóstoles, pronto descubrieron que podrían continuar con su diosa “madre-hijo” con sólo cambiar los rótulos, colocando María en lugar de Semiramis y Nimrod. Y como además la religión del imperio contaba con innumerables dioses y diosas para cada día, era fácil reemplazarlos con los “santos para cada día”.
En los días del profeta Jeremías, los judíos que se habían alejado mucho de Dios y finalmente un buen grupo regresó a Egipto, Jeremías les habló de parte de Dios. Pero... ¿le hicieron caso? Ellos le dijeron:
“La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti; sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno. Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos. Y cuando ofrecimos incienso a la reina del cielo y le derramamos libaciones, ¿acaso le hicimos nosotras tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros maridos?” (Jer. 44:16-19).
El texto sigue y más adelante Dios dice: “He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en tierra de Egipto, serán consumidos a espada y de hambre, hasta que perezcan del todo” (Jer. 44:27).
Dios prohíbe terminantemente rendir culto a nadie fuera de él. Aun si la María del romanismo fuese la madre de Jesús. La Biblia prohíbe tal cosa y ciertamente considera idólatra y pagano a quien lo hace. La Biblia dice que el paradero de los idólatras es el infierno de fuego. Si Ud. es tan ingenuo que cree que el romanismo dejará la idolatría y renunciará todo culto a María, a la cual según ellos, se la llevaron al cielo en 1950, Ud. debe ser muy ingenuo, además de ignorante.
¿Qué dirán estos... “líderes bautistas” cuando comparezcan ante el Juez de toda la tierra? Por otra parte, ¿hallará Ud. alguna excusa para justificar su actitud ante esta acelerada marcha para levantar una sublevación colectiva contra Dios y su palabra.
Mas adelante en la misma publicación del EB, dice:
“Según el pastor Josué Fonseca, en las conversaciones se comprobó que existe un cambio marcadamente positivo en las relaciones de respeto mutuo, aunque quedan aun muchos prejuicios entre sectores bautistas y católicos”
Se habla de “cambios marcadamente positivos”. ¿Qué o quién cambió? ¿Será que los católicos se deshicieron del papado, de sus tradiciones, de la idolatría y comenzaron a predicar claramente el Evangelio para que se arrepientan los pecadores y sean salvos, comenzando con el mismo papa y sus cardenales? Por cierto que no, porque se está estableciendo “el respeto mutuo”. Ningún cristiano que participe de semejante “diálogo” se animaría a decirle a su interlocutor que él necesita recibir por la fe a Jesucristo y reconocer que la salvación es por la gracia divina, no por obras. Porque si dice tal cosa, se acaba el tan acariciado...”respeto mutuo”.
Este... respeto, si lo hay, no debe sacrificar las sanas doctrinas bíblicas. No es ningún respeto al prójimo cuando, sabiendo un cristiano que el católico va al infierno, no le dice nada para no faltarle respeto. Fue justamente esta manera directa, clara y sin evasivas que usó Jesús con el “papado” de sus días, especialmente en Mateo 23, que le costó la cruz. Luego otro tanto ocurrió con Esteban. ¡Qué hombre más valiente cuando pronuncia las últimas palabras en su largo capítulo de Hechos 7!
El mismo documento luego sigue:
“Otro aspecto de las declaraciones menciona que “dialogar”, orar juntos, conocernos mejor, respetarnos y trabajar en bien de la causa del Reino de Dios no significa renunciar a las convicciones doctrinales particulares. Tampoco se tiene la aspiración ingenua de agruparnos en una sola institución eclesial”.
¿Cómo pueden orar juntos católicos y cristianos? ¿Acaso no es cierto que cada cristiano lo es mediante el nuevo nacimiento, por haberse arrepentido de sus pecados y haber recibido a Jesucristo como su Salvador? ¿Es posible que una persona regenerada por el poder de Dios permanezca en el catolicismo romano?
Si vamos al Nuevo Testamento, inmediatamente notaremos que los cristianos todos tenían algo en común. Todos ellos oyeron el Evangelio, se arrepintieron de sus pecados y fueron añadidos, por medio del Espíritu Santo, al rebaño de Dios, a la iglesia. En cuanto a los demás, aunque eran religiosos y muchos de ellos creían en Dios, al no reconocer a Jesucristo como el único Salvador, la Biblia dice de ellos.
“Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos” (Hch. 5:12,13a).
Más adelante habló el Dr. Fanini, y en parte dijo:
“En estas conversaciones, observé que tenemos diferencias. Pero la Iglesia Católica está con otra actitud, pidiendo perdón por las cosas malas que ha hecho en América Latina, en particular en Brasil, y en todas partes del mundo; hay una nueva actitud de parte de la Iglesia”.
Sería interesante preguntar a este personaje a quién el catolicismo pidió perdón. Si pidieron perdón a Dios, deberían de abandonar definitivamente su sistema religioso idolátrico. No pueden ya pedir perdón a aquellos a quienes mataron, descuartizaron, los quemaron vivos y lo hicieron en nombre de la santa iglesia católica. Los torturadores y los torturados ya todos murieron y están en sus respectivas eternidades.
Parece que nuestros “altos dignatarios” olvidaron ya la historia, los atropellos del catolicismo romano contra los cristianos.
Tal vez alguien se pregunte cuándo es que se produjo la separación entre Católicos romanos y cristianos. Algunos piensan que esto ocurrió en la Reforma encabezada por Lutero. Pero la verdad es que el Catolicismo y el Cristianismo son dos corrientes que tienen orígenes diferentes y nunca eran una sola iglesia. El cristianismo comienza con los 120 que estuvieron en el aposento alto y recibieron el advenimiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Mientras que el Catolicismo romano nace recién en el año 312 (algunos historiadores colocan la fecha de 313), cuando Constantino, un individuo que pretendía ser cristiano, decretó que el cristianismo fuese la religión de su imperio. Los que no llamaban Señor al Emperador, se mantuvieron fieles a Cristo e insistían que Jesús es el Señor. Tras la muerte de Constantino vinieron otros papas con amplios poderes y comenzaron a perseguir a los cristianos de nuevo.
Aconsejo que todos mis hermanos lean el libro ya citado “Babilonia Misterio Religioso” de Ralph Woodrow. Todo debidamente documentado. El catolicismo no practica hoy las atrocidades de entonces, no porque haya cambiado, sino porque el mundo presente no permitiría tales abusos.
Cuando el Dr. Fanini dice que... “la iglesia católica está con otra actitud, pidiendo perdón por las cosas malas hechas...”
Esto es para consumo de los incautos. Pueden mis hermanos tener la seguridad que estos encuentros intentan por todos los medios, llevar a todos los cristianos al paganismo romano a cualquier precio. Ciertamente hay que dejar una apariencia de que... uno cede un poco aquí y otro poco allá, pero cuando se lee con cuidado, uno nota las contradicciones.
Por ejemplo menciona al cardenal Kasper quien dijo: “que el documento Dominus Iesus no dice que las comunidades eclesiales de la Reforma no son iglesias, solo sostiene que no son iglesias propiamente tales, en el sentido católico”.
Abiertamente dice que los cristianos no constituyen la iglesia. Por cierto los cristianos nunca quisiéramos ser iglesia “en el sentido Católico Romano”, porque en tal caso dejaríamos de ser de Cristo y seríamos del Papa y de María. Preferimos continuar siendo de Aquel que murió y resucitó por nosotros, quien ascendió al cielo y descenderá y atraerá a sí mismo a todos los suyos.
Este teatro de encuentros ecuménicos sería realmente cómico de no ser extremadamente peligroso y lamentable por la confusión que ello representa a tantos cristianos sencillos que creen en la Palabra de Dios, pero no tienen la oportunidad de conocer más a fondo las doctrinas fundamentales. En esto están hombres tales como el pastor Mackey, Vasconcelos, Medina y Fonseca. No los conozco a todos, pero sé que son líderes.
Debemos admitir que la Biblia habla de una iglesia que será vomitada por el Señor Ap. 3:14-22. Es la iglesia de Laodicea, la que simboliza la iglesia de hoy. Se jacta de riqueza, de gran conocimiento, de muchos millones de miembros, pero no se da cuenta que a los ojos de Dios... “tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” (v.17b).
Mi querido hermano, nosotros vivimos días cuando nos corresponde separarnos, apartarnos, alejarnos, tal como hicieran Lot y su familia cuando huían de Sodoma. No debemos ni tenemos por qué preocuparnos por este tipo de unidad con todo viento de doctrinas paganas, como lo es el catolicismo romano y el protestantismo liberal.
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y que concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?... Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” (2 Co. 6:14-18).
Hermano, es mucho mejor seguir contando a nuestro favor con el Señor Todopoderoso que con un pobre y miserable pecador que asume funciones que pertenecen exclusivamente a la deidad. Manténgase firme en la Palabra de Dios, “Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma” (He. 10:37,38).
Todos los cristianos, en todos los tiempos y en todo el planeta, están unidos. El que tengamos diferentes denominaciones, no significa la falta de unidad, ya que al unirnos, cada uno individualmente con Cristo, lo estamos entre nosotros también.
Si de evangelización se trata, el Catolicismo romano nunca evangelizó ni evangeliza. Lo que hace es fabricar “cristianos” mediante agua bendita y otras supersticiones.
Desde que el Señor entregó lo que conocemos como “La Gran Comisión” (Mt. 28:18-20), sus seguidores así lo han hecho y nosotros, como cristianos evangélicos debemos continuar haciéndolo.
La evangelización no fue dada a budistas, ni a hindúes, ni al islam, ni al catolicismo romano. El Señor no habló al emperador romano para que evangelice. Fue dada esta comisión a un grupo de humildes pescadores, pero que tenían en sí mismos el mayor tesoro del mundo, la vida eterna y la palabra de Dios.
Si su iglesia o su pastor, en algún grado colabora con el ecumenismo, aléjese de la tal iglesia y no participe ni colabore con este tipo de “evangelio”.
No tema ser tildado de separatista, de divisionista, cuando se trata de defender la sana doctrina, los principios bíblicos.
Es tan sutil el engaño de nuestros días que muchos cristianos que desean sinceramente permanecer fieles al Señor, por desconocer las Escrituras, caen víctimas de tan dulce invitación para... “olvidar el pasado a fin de salvar al mundo”. ¿Acaso no suena esto a... cristianismo? No, no lo es, porque para poder proclamar el Evangelio a otros, el que lo hace debe conocer personalmente a Jesucristo como su Salvador.
Mientras que el Señor nos tiene aquí (a Su Iglesia), debemos hacer lo que dice Su palabra:
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos...” (Jud. 3,4a).
Esta advertencia explica el por qué de esos encuentros de los “altos dignatarios”. Puede que sean “altos” a los ojos de los hombres, pero el Señor nos dice: “Porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación” (Lc. 16:15b). El Señor nos advierte. “Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos” (Is. 3:12b).
martes, 25 de noviembre de 2008
El Lenguaje de la Musica Parte 4
Dr. Frank Garlock
El sonido de la música
Esta es la tercera parte de la serie de mensajes El lenguaje de la música. En la primera parte hemos visto que Dios es musical y por eso le interesa nuestra música. Incluso hasta por la manera como ha diseñado el sonido, podemos ver que a Dios le interesa la música. En la segunda parte, titulada El mensaje de la música, le mostramos que la música sí comunica, que es un lenguaje y comunica, por eso hemos titulado toda la serie El lenguaje de la música. En esta tercera parte hablaremos del sonido y la llamaremos El sonido de la música. En esta sección le ayudaremos a desarrollar discernimiento en esta área de la música.
Colosenses 3:2 hace un comentario muy interesante acerca de lo que debemos buscar y lo que no debemos buscar. Cuando empezamos a enseñar principios algunos dicen: "A mí no me gusta este tipo de música". Colosenses 3:2 dice: "Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra". En otras palabras usted puede controlar sus gustos, y si no son los correctos, sencillamente debe tomar la Palabra de Dios y cambiar sus gustos y sus deseos, buscando así las cosas que le agradan a Dios.
Recuerde que estamos tomando como versículo lema Efesios 5:10 que dice: "Comprobando lo que es agradable al Señor". Lo que le estoy presentando con el respaldo de la Palabra de Dios son principios bíblicos, creáme, me daría temor de hacerlo si no estuviera respaldado por la Escritura. No es que todo se refiera directamente a la música, sino que hay principios aplicables, incluso algunos de los términos musicales que le indicaré, provienen directamente de la Escritura. De esta forma si queremos saber la clase de música, la cual quiere Dios que tengamos, podemos saber qué es agradable al Señor y cuál es la música que le gusta a Dios.
Le daré un principio bíblico para comenzar. De nuevo quiero enfatizar que basamos todo en principios bíblicos, no se trata de nada rebuscado. Muchos se han confundido en este punto y dicen: «La música es diferente a todo lo demás. Los principios de la música no son aplicables a otras áreas». Lo que estamos diciendo es que los principios de la música se relacionan a todo el resto de la verdad. Creo que esto lo hace mucho más válido, porque si se basa en la verdad bíblica y sobre la verdad que conocemos en otras disciplinas, sabemos que estamos diciendo lo correcto.
Si quiere ser una persona espiritual dirá: "Quisiera ser espiritual, ¿cómo lo logro?". Muy fácil, sólo tiene que poner las cosas espirituales primero, las mentales segundo y las físicas por último. Y usted responderá: "¿Así de fácil?" El principio es así de fácil, pero en la práctica no. Si quiere ser un buen jugador de baloncesto, va y le pregunta al entrenador: "¿Cómo puedo ser un buen tirador?", él le responderá: "Sólo tiene que lanzar la pelota y hacer que pase por el aro". Fácil, ¿cierto? Pero vaya e inténtelo, es decir, el principio es muy fácil, la práctica es más difícil. ¿Quiere ser un buen jugador de béisbol? Si le pregunta al entrenador, le dirá: "Lo único que debe hacer es que cuando le lancen la pelota le pegue bien fuerte con el bate". Fácil, vaya e inténtelo, peor aún si juega con un equipo profesional. Es que todo en principio es muy fácil, pero en la práctica no es tan sencillo.
Suponga que le dijera: "Quiero ser un cristiano espiritual para el próximo domingo, ¿qué debo hacer?". Me dirá: "Oiga, espere un momento..." Podrá darme algunos principios, me dirá: "Tiene que leer su Biblia, orar, testificar..." Pero aunque hiciera todo cuanto me indique, no me podrá garantizar que seré espiritual para el próximo domingo, dentro de una semana, un año o cinco años. No funciona de esa manera, pero el principio no deja de ser válido. Si quiere ser una persona espiritual, debe poner primero las cosas espirituales. Mateo 6:33 dice: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". Debe poner las cosas espirituales primero, y ese es el problema en la actualidad, que la gente está poniendo todo lo demás antes de lo espiritual, por eso no tenemos un mundo espiritual sino sensual, porque lo espiritual no es primero. Ese es el principio.
2 Corintios 10:5 dice: "Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo". Literalmente debe esclavizar todo pensamiento a la obediencia a Cristo, sujetar todo pensamiento a lo que sabe que es espiritualmente cierto. Entre más listo sea, con más razón debe aprender a hacer eso. Muchos tienen problemas porque empiezan a pensar que saben más que Dios, ni crea que sabe tanto, sino más bien crea en la Palabra de Dios. Romanos 13:14 dice: "... vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne". Ni siquiera le abra la puerta, y si persiste en la aplicación de este principio llegará a ser la persona espiritual que Dios quiere que sea, no medido por las normas de algún otro, sino por las normas de Dios.
Yo tengo más de 55 años de ser creyente, sé que no aparento tantos, pero me convertí hace más de 55 años. Si usted sólo tiene dos, cuatro o cinco años de ser cristiano, Dios no espera que haya crecido tanto espiritualmente en esos pocos años, como yo en 55. Pero si tanto usted como yo estamos poniendo lo espiritual primero, lo mental segundo y lo físico por último, entonces somos lo que Dios quiere que seamos. El problema es que nos medimos por nosotros mismos. 2 Corintios 10:12 dice: "... pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos". Dios dice: "No se midan por otros, mídanse por las normas mías".
Si alguien dijera: "Pues no creo que deba hacer eso. Pondré primero mi cuerpo, segundo mi mente y mi espíritu de último. ¡A fin de cuentas, que importa!" Importa muchísimo, hace toda la diferencia del mundo.
En una ocasión que estuve en Boston, íbamos del hotel al aeropuerto en una limosina. Cuando se subió el chofer me ofreció un cigarrillo y le respondí: «No gracias». También se lo ofreció a las dos personas que iban detrás, quienes replicaron: «No gracias». Y el chofer dijo: «¿Qué, soy el único pecador en la concurrencia?» Le respondí: «Al parecer, sí», y replicó: «Sí, y cómo desearía dejarlo yo también. Me he enfermado del pulmón dos veces y el médico dice que si enfermo de nuevo moriré, pero ni aún así lo puedo dejar, no fumo por unas cinco horas y luego vuelvo».
¿Qué lo controla? Su cuerpo, su mente dice no lo hagas, pero su cuerpo dice lo necesito. Eso es lo contrario de espiritualidad, es el proceso de llegar a ser sensual. Sensualidad es simplemente permitir que lo físico y lo material sea lo primero en su vida. Alguien dirá: "Yo creía que sensualidad es cometer algún pecado terrible de inmoralidad". No, ese es un resultado de la sensualidad, antes que una persona sea capaz de hacer eso, ya debe tener el patrón sensual en su vida y lo otro sólo es un resultado.
Así como el patrón espiritual está descrito en la Biblia, también lo está el patrón sensual en muchos pasajes, pero creo que el pasaje clásico es el de Romanos 1:18, donde habla "... de los hombres que detienen con injusticia la verdad", literalmente cancelan la verdad con su injusticia, pero luego vamos al versículo 24 y dice: "Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos". La primera manera como Dios entrega a la gente es físicamente, la desnudez y la impiedad siempre van juntas. Cuando las personas pierden el respeto por el cuerpo, el cual Dios les ha dado, le están dando la espalda a su creador.
Vivimos en un mundo sensual, basta ver la televisión para saber eso y me refiero sólo a los comerciales, pero llega al versículo 26 y dice: "Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas..." Aman lo que deben aborrecer y menosprecian lo que deben desear. Esto se puede ver por todas partes. Las personas están dando sus vidas por cosas que ni siquiera perduran aquí, menos por la eternidad, se les habla de cosas espirituales y no les interesa. "Pasiones vergonzosas..." no sólo en el área de la homosexualidad, sino en todas las áreas de la vida.
Luego llega al versículo 28 y dice: "Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen". Allí vemos otra vez la misma palabra en griego, pero alguien dirá: "Eso debe tratarse de una cuestión mental". No, sucede lo siguiente: Siempre que una persona expulsa lo espiritual de su vida únicamente queda una mente reprobada. Esto lo ve por todas partes, no necesita ir muy lejos, vaya por ejemplo a la capital de Estados Unidos y vea las decisiones que está tomando el congreso de la Unión y algunos de los juzgados y usted dirá: "¿No se dan cuenta de lo que está sucediendo?" Han expulsado a Dios y Él los ha entregado a una mente reprobada.
La evolución es lo más ridículo que haya oído jamás, no tiene absolutamente ningún sentido. No pueden encontrar el eslabón perdido, ¿sabe por qué? No existe, pero aun así quieren creer que es así porque Dios los ha entregado a una mente reprobada. La evolución es una teoría que pretende expulsar a Dios.
Hablando de una mente reprobada, mi esposa y yo estábamos viendo la televisión hace algunos años. En un programa estaban presentando a un científico a quien estaban elogiando a más no poder, hablaban de todos los premios que había ganado por haber expuesto una nueva teoría de la evolución. Lo tenían en este programa reconociéndolo públicamente por la maravillosa teoría inventada por él. ¿Sabe cuál era? Creía que todo había ocurrido hace millones de años, a pesar de que el tiempo no está a favor de esta teoría. Cualquiera teniendo un jardín sabe que el tiempo no favorece la evolución. ¿Acaso entre más tiempo deja su jardín abandonado, se pone mejor? Hablan de millones de años, pero es al revés, lo cierto no es la evolución, sino la involución. No estamos evolucionando, sino involucionando.
Él dice que hace millones de años, seres en una nave espacial de otro planeta, aunque no tengo idea en dónde queda ese planeta, estos seres visitaron la tierra y durante su estancia arrojaron basura de su nave espacial y de ahí surgió el hombre. Y nosotros dijimos: "Profesando ser sabios, se hicieron necios" (Ro. 1:22). Eso sucede cuando se excluye a Dios: excluye lo espiritual y lo único que le queda es su propia mente reprobada. Por eso el mundo no puede ver las cosas, pero los cristianos sí podemos verlas porque tenemos el Espíritu Santo y la Palabra de Dios para guiarnos.
Y usted dirá: "Bueno, si la persona espiritual pone las cosas espirituales primero, las mentales segundo y el cuerpo por último, ¿cómo aplica esto a la música?" Volviendo a Efesios 5, este capítulo entero se refiere a esto de diferentes maneras, antes de terminar nos referiremos a varios versículos aquí. ¿Recuerda nuestro versículo lema, Efesios 5:10 "Comprobando lo que es agradable al Señor?" Pase al versículo 16, aquí la Palabra de Dios dice que usted y yo debemos estar "aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos".
El tiempo es uno de nuestros recursos más valiosos y Dios quiere que arrebatemos el tiempo, utilizándolos sabiamente porque los días son malos. La palabra que se utiliza en griego para "malos" es muy interesante. Es muy curiosa porque no sólo significa «los que hacen lo malo», sino «los que inducen a otros a hacer lo malo junto con ellos». Como dice Romanos 1:32: "... no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican", es decir, tratan de que otros hagan lo malo junto con ellos. Eso es exactamente lo que tenemos en la actualidad.
Pero hablando de redimir el tiempo, Efesios 5:17 dice: "Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor". A muchas personas cuando se les habla de la voluntad de Dios, se les llenan los ojos de estrellas porque piensan que no hay manera de saber eso. Dios dice en este versículo que si no conoce su voluntad es un "insensato", la palabra es literalmente "necio". El Señor quiere que conozcamos su voluntad, nos ha dado su Palabra, nos ha dado el poder del Espíritu Santo para iluminar su Palabra y mostrarnos lo que desea para nosotros. No hay razón para que alguien diga: "No sé cuál es la voluntad de Dios". El problema es que la mayoría de nosotros no estamos dispuestos a hacerla, por eso no la conocemos, pero Dios dice aquí, que desea que conozcamos su voluntad.
Menciono esto, para darle a entender que aún aquí en la Escritura, Dios relaciona lo que dice acerca de la música con su voluntad. El versículo 17 afirma, que debemos entender "cuál sea la voluntad del Señor" y continúa declarando en el versículo 18: "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu". Esa palabra "disolución" significa literalmente "falta de control". No se requiere mucho estudio de la Escritura para darnos cuenta del deseo de Dios, que tengamos control sobre nosotros mismos. Algunos enseñan en la actualidad que la manera de ser llenos del Espíritu de Dios es perdiendo el control de uno mismo, no lo crea. La plenitud del Espíritu de Dios trae más control a la vida, no menos.
Porque la Palabra de Dios enseguida de mencionar "que no debemos beber vino, que no vivamos una vida fuera de control, sino que seamos llenos del Espíritu Santo", lo cual según este versículo es una orden, el Espíritu viene y trae control a nuestras vidas, no falta de control, sino control sobre nosotros mismos.
Debo admitir honestamente que necesito más plenitud del Espíritu Santo para ser la clase de esposo que debo ser, para ser la clase de padre que debo ser para mis hijos y la clase de abuelo que debo ser para mis nietos, además para poder preparar estos mensajes para ustedes. Es fácil indicarles cómo debe vivir, pero otra cosa bien diferente es vivirlo en mí, en mi hogar y entre mis familiares.
¿Tiene hijos adolescentes? Necesita de la plenitud del Espíritu de Dios todos los días, porque los adolescentes no son un colapso nervioso, pero sí lo provocan. Si tiene hijos adolescentes, más vale que esté pidiéndole a Dios todos los días la plenitud de su Espíritu para tener la sabiduría necesaria para dirigirlos por los caminos correctos del Señor, con todo lo que tienen en su contra en la actualidad. Pero observe, no es opcional, Dios desea que usted y yo como sus hijos seamos llenos de su Espíritu, literalmente que nuestro espíritu sea controlado por el suyo, a eso mismo se refiere.
Después que Dios dijo en el versículo 18 que quiere que seamos llenos de su Espíritu, ¿de qué se imagina que habla el versículo 19? Aquí es donde los músicos deben ponerse a brincar de gusto: "Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones".
El primer tema mencionado después de decir que debemos ser llenos del Espíritu de Dios, es la música. Eso debe darnos una idea de cuánta importancia tiene la música para Dios.
El sonido de la música
Esta es la tercera parte de la serie de mensajes El lenguaje de la música. En la primera parte hemos visto que Dios es musical y por eso le interesa nuestra música. Incluso hasta por la manera como ha diseñado el sonido, podemos ver que a Dios le interesa la música. En la segunda parte, titulada El mensaje de la música, le mostramos que la música sí comunica, que es un lenguaje y comunica, por eso hemos titulado toda la serie El lenguaje de la música. En esta tercera parte hablaremos del sonido y la llamaremos El sonido de la música. En esta sección le ayudaremos a desarrollar discernimiento en esta área de la música.
Colosenses 3:2 hace un comentario muy interesante acerca de lo que debemos buscar y lo que no debemos buscar. Cuando empezamos a enseñar principios algunos dicen: "A mí no me gusta este tipo de música". Colosenses 3:2 dice: "Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra". En otras palabras usted puede controlar sus gustos, y si no son los correctos, sencillamente debe tomar la Palabra de Dios y cambiar sus gustos y sus deseos, buscando así las cosas que le agradan a Dios.
Recuerde que estamos tomando como versículo lema Efesios 5:10 que dice: "Comprobando lo que es agradable al Señor". Lo que le estoy presentando con el respaldo de la Palabra de Dios son principios bíblicos, creáme, me daría temor de hacerlo si no estuviera respaldado por la Escritura. No es que todo se refiera directamente a la música, sino que hay principios aplicables, incluso algunos de los términos musicales que le indicaré, provienen directamente de la Escritura. De esta forma si queremos saber la clase de música, la cual quiere Dios que tengamos, podemos saber qué es agradable al Señor y cuál es la música que le gusta a Dios.
Le daré un principio bíblico para comenzar. De nuevo quiero enfatizar que basamos todo en principios bíblicos, no se trata de nada rebuscado. Muchos se han confundido en este punto y dicen: «La música es diferente a todo lo demás. Los principios de la música no son aplicables a otras áreas». Lo que estamos diciendo es que los principios de la música se relacionan a todo el resto de la verdad. Creo que esto lo hace mucho más válido, porque si se basa en la verdad bíblica y sobre la verdad que conocemos en otras disciplinas, sabemos que estamos diciendo lo correcto.
Si quiere ser una persona espiritual dirá: "Quisiera ser espiritual, ¿cómo lo logro?". Muy fácil, sólo tiene que poner las cosas espirituales primero, las mentales segundo y las físicas por último. Y usted responderá: "¿Así de fácil?" El principio es así de fácil, pero en la práctica no. Si quiere ser un buen jugador de baloncesto, va y le pregunta al entrenador: "¿Cómo puedo ser un buen tirador?", él le responderá: "Sólo tiene que lanzar la pelota y hacer que pase por el aro". Fácil, ¿cierto? Pero vaya e inténtelo, es decir, el principio es muy fácil, la práctica es más difícil. ¿Quiere ser un buen jugador de béisbol? Si le pregunta al entrenador, le dirá: "Lo único que debe hacer es que cuando le lancen la pelota le pegue bien fuerte con el bate". Fácil, vaya e inténtelo, peor aún si juega con un equipo profesional. Es que todo en principio es muy fácil, pero en la práctica no es tan sencillo.
Suponga que le dijera: "Quiero ser un cristiano espiritual para el próximo domingo, ¿qué debo hacer?". Me dirá: "Oiga, espere un momento..." Podrá darme algunos principios, me dirá: "Tiene que leer su Biblia, orar, testificar..." Pero aunque hiciera todo cuanto me indique, no me podrá garantizar que seré espiritual para el próximo domingo, dentro de una semana, un año o cinco años. No funciona de esa manera, pero el principio no deja de ser válido. Si quiere ser una persona espiritual, debe poner primero las cosas espirituales. Mateo 6:33 dice: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". Debe poner las cosas espirituales primero, y ese es el problema en la actualidad, que la gente está poniendo todo lo demás antes de lo espiritual, por eso no tenemos un mundo espiritual sino sensual, porque lo espiritual no es primero. Ese es el principio.
2 Corintios 10:5 dice: "Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo". Literalmente debe esclavizar todo pensamiento a la obediencia a Cristo, sujetar todo pensamiento a lo que sabe que es espiritualmente cierto. Entre más listo sea, con más razón debe aprender a hacer eso. Muchos tienen problemas porque empiezan a pensar que saben más que Dios, ni crea que sabe tanto, sino más bien crea en la Palabra de Dios. Romanos 13:14 dice: "... vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne". Ni siquiera le abra la puerta, y si persiste en la aplicación de este principio llegará a ser la persona espiritual que Dios quiere que sea, no medido por las normas de algún otro, sino por las normas de Dios.
Yo tengo más de 55 años de ser creyente, sé que no aparento tantos, pero me convertí hace más de 55 años. Si usted sólo tiene dos, cuatro o cinco años de ser cristiano, Dios no espera que haya crecido tanto espiritualmente en esos pocos años, como yo en 55. Pero si tanto usted como yo estamos poniendo lo espiritual primero, lo mental segundo y lo físico por último, entonces somos lo que Dios quiere que seamos. El problema es que nos medimos por nosotros mismos. 2 Corintios 10:12 dice: "... pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos". Dios dice: "No se midan por otros, mídanse por las normas mías".
Si alguien dijera: "Pues no creo que deba hacer eso. Pondré primero mi cuerpo, segundo mi mente y mi espíritu de último. ¡A fin de cuentas, que importa!" Importa muchísimo, hace toda la diferencia del mundo.
En una ocasión que estuve en Boston, íbamos del hotel al aeropuerto en una limosina. Cuando se subió el chofer me ofreció un cigarrillo y le respondí: «No gracias». También se lo ofreció a las dos personas que iban detrás, quienes replicaron: «No gracias». Y el chofer dijo: «¿Qué, soy el único pecador en la concurrencia?» Le respondí: «Al parecer, sí», y replicó: «Sí, y cómo desearía dejarlo yo también. Me he enfermado del pulmón dos veces y el médico dice que si enfermo de nuevo moriré, pero ni aún así lo puedo dejar, no fumo por unas cinco horas y luego vuelvo».
¿Qué lo controla? Su cuerpo, su mente dice no lo hagas, pero su cuerpo dice lo necesito. Eso es lo contrario de espiritualidad, es el proceso de llegar a ser sensual. Sensualidad es simplemente permitir que lo físico y lo material sea lo primero en su vida. Alguien dirá: "Yo creía que sensualidad es cometer algún pecado terrible de inmoralidad". No, ese es un resultado de la sensualidad, antes que una persona sea capaz de hacer eso, ya debe tener el patrón sensual en su vida y lo otro sólo es un resultado.
Así como el patrón espiritual está descrito en la Biblia, también lo está el patrón sensual en muchos pasajes, pero creo que el pasaje clásico es el de Romanos 1:18, donde habla "... de los hombres que detienen con injusticia la verdad", literalmente cancelan la verdad con su injusticia, pero luego vamos al versículo 24 y dice: "Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos". La primera manera como Dios entrega a la gente es físicamente, la desnudez y la impiedad siempre van juntas. Cuando las personas pierden el respeto por el cuerpo, el cual Dios les ha dado, le están dando la espalda a su creador.
Vivimos en un mundo sensual, basta ver la televisión para saber eso y me refiero sólo a los comerciales, pero llega al versículo 26 y dice: "Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas..." Aman lo que deben aborrecer y menosprecian lo que deben desear. Esto se puede ver por todas partes. Las personas están dando sus vidas por cosas que ni siquiera perduran aquí, menos por la eternidad, se les habla de cosas espirituales y no les interesa. "Pasiones vergonzosas..." no sólo en el área de la homosexualidad, sino en todas las áreas de la vida.
Luego llega al versículo 28 y dice: "Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen". Allí vemos otra vez la misma palabra en griego, pero alguien dirá: "Eso debe tratarse de una cuestión mental". No, sucede lo siguiente: Siempre que una persona expulsa lo espiritual de su vida únicamente queda una mente reprobada. Esto lo ve por todas partes, no necesita ir muy lejos, vaya por ejemplo a la capital de Estados Unidos y vea las decisiones que está tomando el congreso de la Unión y algunos de los juzgados y usted dirá: "¿No se dan cuenta de lo que está sucediendo?" Han expulsado a Dios y Él los ha entregado a una mente reprobada.
La evolución es lo más ridículo que haya oído jamás, no tiene absolutamente ningún sentido. No pueden encontrar el eslabón perdido, ¿sabe por qué? No existe, pero aun así quieren creer que es así porque Dios los ha entregado a una mente reprobada. La evolución es una teoría que pretende expulsar a Dios.
Hablando de una mente reprobada, mi esposa y yo estábamos viendo la televisión hace algunos años. En un programa estaban presentando a un científico a quien estaban elogiando a más no poder, hablaban de todos los premios que había ganado por haber expuesto una nueva teoría de la evolución. Lo tenían en este programa reconociéndolo públicamente por la maravillosa teoría inventada por él. ¿Sabe cuál era? Creía que todo había ocurrido hace millones de años, a pesar de que el tiempo no está a favor de esta teoría. Cualquiera teniendo un jardín sabe que el tiempo no favorece la evolución. ¿Acaso entre más tiempo deja su jardín abandonado, se pone mejor? Hablan de millones de años, pero es al revés, lo cierto no es la evolución, sino la involución. No estamos evolucionando, sino involucionando.
Él dice que hace millones de años, seres en una nave espacial de otro planeta, aunque no tengo idea en dónde queda ese planeta, estos seres visitaron la tierra y durante su estancia arrojaron basura de su nave espacial y de ahí surgió el hombre. Y nosotros dijimos: "Profesando ser sabios, se hicieron necios" (Ro. 1:22). Eso sucede cuando se excluye a Dios: excluye lo espiritual y lo único que le queda es su propia mente reprobada. Por eso el mundo no puede ver las cosas, pero los cristianos sí podemos verlas porque tenemos el Espíritu Santo y la Palabra de Dios para guiarnos.
Y usted dirá: "Bueno, si la persona espiritual pone las cosas espirituales primero, las mentales segundo y el cuerpo por último, ¿cómo aplica esto a la música?" Volviendo a Efesios 5, este capítulo entero se refiere a esto de diferentes maneras, antes de terminar nos referiremos a varios versículos aquí. ¿Recuerda nuestro versículo lema, Efesios 5:10 "Comprobando lo que es agradable al Señor?" Pase al versículo 16, aquí la Palabra de Dios dice que usted y yo debemos estar "aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos".
El tiempo es uno de nuestros recursos más valiosos y Dios quiere que arrebatemos el tiempo, utilizándolos sabiamente porque los días son malos. La palabra que se utiliza en griego para "malos" es muy interesante. Es muy curiosa porque no sólo significa «los que hacen lo malo», sino «los que inducen a otros a hacer lo malo junto con ellos». Como dice Romanos 1:32: "... no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican", es decir, tratan de que otros hagan lo malo junto con ellos. Eso es exactamente lo que tenemos en la actualidad.
Pero hablando de redimir el tiempo, Efesios 5:17 dice: "Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor". A muchas personas cuando se les habla de la voluntad de Dios, se les llenan los ojos de estrellas porque piensan que no hay manera de saber eso. Dios dice en este versículo que si no conoce su voluntad es un "insensato", la palabra es literalmente "necio". El Señor quiere que conozcamos su voluntad, nos ha dado su Palabra, nos ha dado el poder del Espíritu Santo para iluminar su Palabra y mostrarnos lo que desea para nosotros. No hay razón para que alguien diga: "No sé cuál es la voluntad de Dios". El problema es que la mayoría de nosotros no estamos dispuestos a hacerla, por eso no la conocemos, pero Dios dice aquí, que desea que conozcamos su voluntad.
Menciono esto, para darle a entender que aún aquí en la Escritura, Dios relaciona lo que dice acerca de la música con su voluntad. El versículo 17 afirma, que debemos entender "cuál sea la voluntad del Señor" y continúa declarando en el versículo 18: "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu". Esa palabra "disolución" significa literalmente "falta de control". No se requiere mucho estudio de la Escritura para darnos cuenta del deseo de Dios, que tengamos control sobre nosotros mismos. Algunos enseñan en la actualidad que la manera de ser llenos del Espíritu de Dios es perdiendo el control de uno mismo, no lo crea. La plenitud del Espíritu de Dios trae más control a la vida, no menos.
Porque la Palabra de Dios enseguida de mencionar "que no debemos beber vino, que no vivamos una vida fuera de control, sino que seamos llenos del Espíritu Santo", lo cual según este versículo es una orden, el Espíritu viene y trae control a nuestras vidas, no falta de control, sino control sobre nosotros mismos.
Debo admitir honestamente que necesito más plenitud del Espíritu Santo para ser la clase de esposo que debo ser, para ser la clase de padre que debo ser para mis hijos y la clase de abuelo que debo ser para mis nietos, además para poder preparar estos mensajes para ustedes. Es fácil indicarles cómo debe vivir, pero otra cosa bien diferente es vivirlo en mí, en mi hogar y entre mis familiares.
¿Tiene hijos adolescentes? Necesita de la plenitud del Espíritu de Dios todos los días, porque los adolescentes no son un colapso nervioso, pero sí lo provocan. Si tiene hijos adolescentes, más vale que esté pidiéndole a Dios todos los días la plenitud de su Espíritu para tener la sabiduría necesaria para dirigirlos por los caminos correctos del Señor, con todo lo que tienen en su contra en la actualidad. Pero observe, no es opcional, Dios desea que usted y yo como sus hijos seamos llenos de su Espíritu, literalmente que nuestro espíritu sea controlado por el suyo, a eso mismo se refiere.
Después que Dios dijo en el versículo 18 que quiere que seamos llenos de su Espíritu, ¿de qué se imagina que habla el versículo 19? Aquí es donde los músicos deben ponerse a brincar de gusto: "Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones".
El primer tema mencionado después de decir que debemos ser llenos del Espíritu de Dios, es la música. Eso debe darnos una idea de cuánta importancia tiene la música para Dios.
El Lenguaje de la Musica Parte 3
El mensaje de la música
Todos conocemos los cinco sentidos: vista, olfato, gusto, tacto y oído. Creo que Dios quiere que disciplinemos los cinco sentidos. No describiré cada uno de ellos, pero podría escribir un sermón completo sobre los mismos. Dios quiere que disciplinemos los ojos y en esta época de la comunicación cada persona debe aprender a disciplinarlos. Tal vez recuerda a un evangelista famoso que cayó en pecado y dijo: "Toda mi vida he sentido fascinación por la pornografía". Debía saber que la indisciplina de sus ojos lo iba a alcanzar tarde o temprano.
Dios quiere que disciplinemos los cinco sentidos, pero observe cuál es el quinto sentido, es el oído. Dios dice que usted y yo, como hijos suyos, debemos disciplinar el oído, saber lo que es bueno y lo que es malo. Que debemos "ir al gimnasio" y aprender a disciplinar el oído. ¿Han observado todo lo que dice la Biblia sobre el oído? Es todo un libro acerca del oído, se menciona más de 1.500 veces en la Escritura. Busquen una concordancia exhaustiva y verán que Dios habla no menos de 1.500 veces acerca del oído. Lo hizo, porque lo considera importante, y si es tan importante para Dios también debe serlo para nosotros. Romanos 10:17 dice: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios". No es por la vista, por el tacto, ni siquiera por la experiencia, aunque algunos digan: "Yo tuve tal o cual experiencia y eso fortaleció mi fe". No, la experiencia no desarrolla la fe, sólo la Palabra de Dios puede hacerlo. La experiencia la puede confirmar, pero sólo la Palabra de Dios produce fe. Otros dicen: "Yo tuve tal o cual experiencia y eso destruyó mi fe". No, sólo la falta de la Palabra puede destruir la fe, porque si la experiencia pudiera destruir la fe, los creyentes en Rusia no tendrían fe alguna, pero al contrario, la fe de ellos es tan fuerte que no quieren saber nada de nuestro cristianismo.
Dios nos dice que la fe se produce "por el oír, y el oír, por la palabra de Dios". A Cristo se le llama en Juan 1:1 "el Verbo". El que oye. A Juan Bautista se le llamó: "La voz del que clama en el desierto". Lo que oye. La Palabra de Dios está llena de esto. Incluso en 1 Juan 1:1, el apóstol dice: "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos..." Los educadores modernos le llaman a eso audios visuales... ¡Y creen que tienen algo nuevo! Dios ha hablado desde siempre y si tomaran este sólo versículo y entendieran su trascendencia, se apartarían de la televisión totalmente porque en ella tenemos el impacto tremendo de la vista junto con el oído. Tenemos un medio capaz de destruir totalmente a la sociedad, de hecho la está destruyendo y es porque el sonido influencia al ser humano completamente. El sonido se trasmite a casi todos los centros nerviosos y órganos del cuerpo.
Casi todos cuando escuchamos el retumbar de un trueno, nos estremecemos instintivamente porque tenemos más terminales nerviosos en el oído que en ningún otro sentido. Dios así nos hizo y permitió que el sonido fuera importante para nosotros. En el capítulo 32 de Éxodo, está el relato de Moisés y Josué, Moisés era un anciano y Josué un joven, subieron al monte para recibir de Dios los diez mandamientos. Josué subió un poco y Moisés hasta la cima. Estando allí, Dios le avisó a Moisés que había problemas en el campamento, recibió un aviso previo. Ya más adelante los dos venían descendiendo del monte juntos y escucharon el clamor que provenía del campamento. Leemos que dice el versículo 17: "Cuando oyó Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento". Pero... ¿Tenía razón? Aunque eran alaridos, no eran de guerra, parecían más bien música rock, como el rock cristiano.
Observe que aquí la palabra "clamor" significa ruido, quiere decir cacofonía, sonido completamente desorganizado, aunque algunos no comprenden esto. Cuando Moisés volvió a hablar, dijo: "No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo" (Ex. 32:18). Y usó el mismo vocablo hebreo que significa ruido. Algo tenía el canto del pueblo que le dijo a Moisés que había pecado en el campamento. Recordará que tomó las tablas de la Ley y las rompió.
Algunos dirán, pero el Salmo 66:1 dice: "Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra", ¿no es eso lo que debemos hacer? Están muy equivocados, la palabra que se emplea aquí es muy diferente; el término hebreo que se traduce como "Aclamad" significa un sonido organizado, hermoso. Dice en efecto: "Hagan un sonido fuerte para el Señor". Y la gente mal interpreta esto y dicen: "pero la Biblia dice, 'Alabad (a Dios) con címbalos resonantes', entonces, ¿por qué no podemos usar amplificadores?"
Dios se refiere al sonido natural. Si una congregación numerosa canta toda junta, no podría producir un sonido que dañe el oído. Si cantáramos a todo volumen no podríamos dañar el oído. Incluso, si cada uno tuviera un instrumento y fuéramos una orquesta, una banda, no podríamos tocar con un volumen suficiente para dañar nuestros oídos, no se puede. La única manera de hacerlo es con sonido electrónico, artificial o mecánico. Puedo conectar un amplificador con grandes parlantes y dañar sus oídos en cuestión de minutos. Dios no se refiere a eso. Ese es un abuso del concepto y cuando dice "Aclamad" es algo totalmente diferente al "clamor" que oyeron Moisés y Josué.
Uno de mis personajes favoritos en la Biblia es Samuel. Lo veo y pienso: "Cómo quisiera ser como él". Leo de José y Samuel y pienso: "¡Qué grandes hombres!", pero cuando veo a Jacob digo: "Ese soy yo". Vemos a Samuel, que siendo un niño su madre lo entregó a Dios y lo llevó al templo para estar con Elí y sus hijos impíos. Si yo me hubiera encontrado en una situación similar, me habría retractado, habría dicho: "Señor, no vas a pedirme que deje a mi muchachito en esta situación". Pero la madre de Samuel lo había prometido a Dios y Dios lo cuidó. Seguramente parte del trabajo de Samuel era cuidar al viejito Elí.
Mis padres ancianos vivieron con nosotros durante cinco años. Sé lo que es cuidar ancianos. Mi padre vivió hasta los 89 años, pero tuvo su primera embolia 26 años antes. Supongo que parte del trabajo de Samuel era estar posiblemente en la misma habitación con Elí, ya que si necesitaba algo a medianoche Samuel estaba allí. Tal vez recordará que cierta noche el Señor llamó a Samuel. Samuel saltó de su cama y corrió a donde estaba el anciano muy cerca, y le pregunto: "¿Para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado" (1 S. 3:5b). Eso me dice que Samuel estaba tan atento a la voz de Dios, que bastaba que el Señor hablara en voz bajita para que Samuel lo oyera tan fuerte hasta pensar que era el anciano que tenía cerca. Conozco a personas, adultos y jóvenes, que si Dios les hablara con un trueno no lo escucharían. Han permitido que el mundo, la carne, el diablo y la música del mundo ahoguen la voz de Dios. Sus oídos están cauterizados de modo que si el Señor les hablara no lo escucharían, por eso están oyendo toda clase de voces que no debían y haciendo cosas indebidas.
En Marcos 4:24, Jesús dijo: "Mirad lo que oís..." Cuiden lo que oigan. No sean indiscriminados. Pero el Señor va un paso más allá en Lucas 8:18, dijo: "Mirad, pues, cómo oís..." O sea que debemos usar el discernimiento. Cuando oigan el sonido usen el discernimiento para saber de qué se trata. No escuchen indiscriminadamente pensando que no lo pueden controlar. No sólo lo que oyen sino cómo lo oyen para separar lo bueno de lo malo, porque muchas voces están enseñando el error y Dios quiere que desarrollemos discernimiento en el asunto de oír, para que podamos, tal como dice Efesios 5:10, "Comprob[ar] lo que es agradable al Señor".
Ya nos referimos a Dios como "El Dios de la Música", pero ahora hicimos referencia al "Mensaje de la Música", la necesidad de discernir lo bueno de lo malo y de tener en nuestra vida la música que Dios quiere.
Todos conocemos los cinco sentidos: vista, olfato, gusto, tacto y oído. Creo que Dios quiere que disciplinemos los cinco sentidos. No describiré cada uno de ellos, pero podría escribir un sermón completo sobre los mismos. Dios quiere que disciplinemos los ojos y en esta época de la comunicación cada persona debe aprender a disciplinarlos. Tal vez recuerda a un evangelista famoso que cayó en pecado y dijo: "Toda mi vida he sentido fascinación por la pornografía". Debía saber que la indisciplina de sus ojos lo iba a alcanzar tarde o temprano.
Dios quiere que disciplinemos los cinco sentidos, pero observe cuál es el quinto sentido, es el oído. Dios dice que usted y yo, como hijos suyos, debemos disciplinar el oído, saber lo que es bueno y lo que es malo. Que debemos "ir al gimnasio" y aprender a disciplinar el oído. ¿Han observado todo lo que dice la Biblia sobre el oído? Es todo un libro acerca del oído, se menciona más de 1.500 veces en la Escritura. Busquen una concordancia exhaustiva y verán que Dios habla no menos de 1.500 veces acerca del oído. Lo hizo, porque lo considera importante, y si es tan importante para Dios también debe serlo para nosotros. Romanos 10:17 dice: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios". No es por la vista, por el tacto, ni siquiera por la experiencia, aunque algunos digan: "Yo tuve tal o cual experiencia y eso fortaleció mi fe". No, la experiencia no desarrolla la fe, sólo la Palabra de Dios puede hacerlo. La experiencia la puede confirmar, pero sólo la Palabra de Dios produce fe. Otros dicen: "Yo tuve tal o cual experiencia y eso destruyó mi fe". No, sólo la falta de la Palabra puede destruir la fe, porque si la experiencia pudiera destruir la fe, los creyentes en Rusia no tendrían fe alguna, pero al contrario, la fe de ellos es tan fuerte que no quieren saber nada de nuestro cristianismo.
Dios nos dice que la fe se produce "por el oír, y el oír, por la palabra de Dios". A Cristo se le llama en Juan 1:1 "el Verbo". El que oye. A Juan Bautista se le llamó: "La voz del que clama en el desierto". Lo que oye. La Palabra de Dios está llena de esto. Incluso en 1 Juan 1:1, el apóstol dice: "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos..." Los educadores modernos le llaman a eso audios visuales... ¡Y creen que tienen algo nuevo! Dios ha hablado desde siempre y si tomaran este sólo versículo y entendieran su trascendencia, se apartarían de la televisión totalmente porque en ella tenemos el impacto tremendo de la vista junto con el oído. Tenemos un medio capaz de destruir totalmente a la sociedad, de hecho la está destruyendo y es porque el sonido influencia al ser humano completamente. El sonido se trasmite a casi todos los centros nerviosos y órganos del cuerpo.
Casi todos cuando escuchamos el retumbar de un trueno, nos estremecemos instintivamente porque tenemos más terminales nerviosos en el oído que en ningún otro sentido. Dios así nos hizo y permitió que el sonido fuera importante para nosotros. En el capítulo 32 de Éxodo, está el relato de Moisés y Josué, Moisés era un anciano y Josué un joven, subieron al monte para recibir de Dios los diez mandamientos. Josué subió un poco y Moisés hasta la cima. Estando allí, Dios le avisó a Moisés que había problemas en el campamento, recibió un aviso previo. Ya más adelante los dos venían descendiendo del monte juntos y escucharon el clamor que provenía del campamento. Leemos que dice el versículo 17: "Cuando oyó Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento". Pero... ¿Tenía razón? Aunque eran alaridos, no eran de guerra, parecían más bien música rock, como el rock cristiano.
Observe que aquí la palabra "clamor" significa ruido, quiere decir cacofonía, sonido completamente desorganizado, aunque algunos no comprenden esto. Cuando Moisés volvió a hablar, dijo: "No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo" (Ex. 32:18). Y usó el mismo vocablo hebreo que significa ruido. Algo tenía el canto del pueblo que le dijo a Moisés que había pecado en el campamento. Recordará que tomó las tablas de la Ley y las rompió.
Algunos dirán, pero el Salmo 66:1 dice: "Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra", ¿no es eso lo que debemos hacer? Están muy equivocados, la palabra que se emplea aquí es muy diferente; el término hebreo que se traduce como "Aclamad" significa un sonido organizado, hermoso. Dice en efecto: "Hagan un sonido fuerte para el Señor". Y la gente mal interpreta esto y dicen: "pero la Biblia dice, 'Alabad (a Dios) con címbalos resonantes', entonces, ¿por qué no podemos usar amplificadores?"
Dios se refiere al sonido natural. Si una congregación numerosa canta toda junta, no podría producir un sonido que dañe el oído. Si cantáramos a todo volumen no podríamos dañar el oído. Incluso, si cada uno tuviera un instrumento y fuéramos una orquesta, una banda, no podríamos tocar con un volumen suficiente para dañar nuestros oídos, no se puede. La única manera de hacerlo es con sonido electrónico, artificial o mecánico. Puedo conectar un amplificador con grandes parlantes y dañar sus oídos en cuestión de minutos. Dios no se refiere a eso. Ese es un abuso del concepto y cuando dice "Aclamad" es algo totalmente diferente al "clamor" que oyeron Moisés y Josué.
Uno de mis personajes favoritos en la Biblia es Samuel. Lo veo y pienso: "Cómo quisiera ser como él". Leo de José y Samuel y pienso: "¡Qué grandes hombres!", pero cuando veo a Jacob digo: "Ese soy yo". Vemos a Samuel, que siendo un niño su madre lo entregó a Dios y lo llevó al templo para estar con Elí y sus hijos impíos. Si yo me hubiera encontrado en una situación similar, me habría retractado, habría dicho: "Señor, no vas a pedirme que deje a mi muchachito en esta situación". Pero la madre de Samuel lo había prometido a Dios y Dios lo cuidó. Seguramente parte del trabajo de Samuel era cuidar al viejito Elí.
Mis padres ancianos vivieron con nosotros durante cinco años. Sé lo que es cuidar ancianos. Mi padre vivió hasta los 89 años, pero tuvo su primera embolia 26 años antes. Supongo que parte del trabajo de Samuel era estar posiblemente en la misma habitación con Elí, ya que si necesitaba algo a medianoche Samuel estaba allí. Tal vez recordará que cierta noche el Señor llamó a Samuel. Samuel saltó de su cama y corrió a donde estaba el anciano muy cerca, y le pregunto: "¿Para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado" (1 S. 3:5b). Eso me dice que Samuel estaba tan atento a la voz de Dios, que bastaba que el Señor hablara en voz bajita para que Samuel lo oyera tan fuerte hasta pensar que era el anciano que tenía cerca. Conozco a personas, adultos y jóvenes, que si Dios les hablara con un trueno no lo escucharían. Han permitido que el mundo, la carne, el diablo y la música del mundo ahoguen la voz de Dios. Sus oídos están cauterizados de modo que si el Señor les hablara no lo escucharían, por eso están oyendo toda clase de voces que no debían y haciendo cosas indebidas.
En Marcos 4:24, Jesús dijo: "Mirad lo que oís..." Cuiden lo que oigan. No sean indiscriminados. Pero el Señor va un paso más allá en Lucas 8:18, dijo: "Mirad, pues, cómo oís..." O sea que debemos usar el discernimiento. Cuando oigan el sonido usen el discernimiento para saber de qué se trata. No escuchen indiscriminadamente pensando que no lo pueden controlar. No sólo lo que oyen sino cómo lo oyen para separar lo bueno de lo malo, porque muchas voces están enseñando el error y Dios quiere que desarrollemos discernimiento en el asunto de oír, para que podamos, tal como dice Efesios 5:10, "Comprob[ar] lo que es agradable al Señor".
Ya nos referimos a Dios como "El Dios de la Música", pero ahora hicimos referencia al "Mensaje de la Música", la necesidad de discernir lo bueno de lo malo y de tener en nuestra vida la música que Dios quiere.
El Lenguaje de la Musica Parte 1
Dr. Frank Garlock
He titulado este mensaje “El lenguaje de la música” porque es importante que entiendan que la música sí es un lenguaje. Cuenta con todos los elementos de un idioma, tiene gramática, sintaxis, comunicación y significado, aunque este significado sea abstracto, no concreto. Es por eso que algunos se confunden en este último punto. En este mensaje vamos a demostrar, que la Escritura enseña lo mismo: que hay un lenguaje en la música. Incluso, es una de las ilustraciones que usa la Biblia.
Los musicólogos, especializados en el campo de la música, particularmente quienes estudian este arte, reconocen que la música es un lenguaje. De tal manera que si podemos entender el habla, de igual manera podemos discernir la música. Si no pudiéramos expresarnos por medio de palabras, sería imposible conocer la verdad. Así lo asegura un gran filósofo, quien reconoce que si no logramos ponernos de acuerdo respecto a los términos de nuestro idioma y su significado, no puede haber comunicación entre nosotros, al menos una comunicación correcta.
Habiendo determinado ya que la música es un lenguaje, examinaremos cuáles son sus elementos. Esta serie de mensajes se divide en seis partes:
• La primera la hemos titulado “El Dios de la música”, porque uno no puede dejar de preguntarse, si la música fue una idea tardía de Dios o es algo que forma parte permanente de la economía divina.
• La segunda parte la llamamos “El mensaje de la música”. Porque si es un mensaje, ¿qué es lo que comunica la música? ¿Puede impartir ideas? ¿Podemos entender lo que dice?
• El tercer mensaje, lo titulamos “El sonido de la música”, ya que si la música transmite algo, ¿cómo sabemos qué sonidos comunican qué cosa?¿Podemos entenderlos? ¿Habrá principios que nos muestren cómo debe ordenarse nuestra música?
• El cuarto mensaje trata sobre “El evangelio de la música”. ¿Será acaso que la teología se relaciona con la música? Y si tenemos varios tipos de música, ¿habrá ciertos aspectos de la teología que están de acuerdo con determinada música?
• En el quinto mensaje hablaremos sobre “Los efectos de la música”. ¿Será que nos afecta la música? Y si nos afecta, ¿de qué manera lo hace y qué es lo que nos afecta? Si entendemos esto, ¿podremos saber entonces qué clase de música debemos tener por los efectos que produce?
• Luego, en la última parte hablaremos sobre “El propósito de la música”. ¿Para qué nos dio, Dios la música? ¿Para qué la tenemos? ¿Cuál es el propósito básico subyacente para el cual, el Señor nos la dio?
Es importante leer toda esta serie de mensajes, para aprovecharlo todo y tener el contexto, porque no hay que tener las cosas fuera de contexto. La música como el lenguaje tiene contexto, y si se toma un sonido equivocado y se pone en un lugar erróneo, queda fuera de contexto. Mucho de lo que se estudia en la escuela de música, es la forma cómo armar este contexto y saber qué es lo que cabe en cada uno. Por lo tanto, es importante que lea los seis mensajes, para que tenga el panorama general de lo que Dios está diciéndonos sobre la música.
A lo largo de esta serie de mensajes usaremos la Palabra de Dios. Una de las primeras cosas que descubrimos la encontramos en 1 Corintios 14:7, 8. ¿Sabía usted que los capítulos 12 al 14 de 1 Corintios tienen que ver con las lenguas, con el lenguaje? Aquí Pablo está corrigiendo los abusos en la iglesia de Corinto, y lo que usa como ilustración, es la música. Dice: “Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?”. Es decir, como se trata de un lenguaje, ¿cómo va a saber lo que quiere decir si el sonido no es claro? Y luego continúa: “Y si la trompeta diere sonido incierto. . . ”, ¿cómo va a saber si el toque es para levantarse o prepararse para la batalla? (1 Co. 14:7,8).
De tal manera, que toda nuestra tesis se basa en un principio bíblico que se aplica a todas las áreas de la vida. El texto que usaremos para la serie de seis mensajes es Efesios5:10 que dice: “Comprobando lo que es agradable al Señor”. Es decir, que usted y yo, como creyentes, debemos comprobar qué es lo que le agrada al Señor. La palabra “comprobando”, en este caso, como en muchos otros en la Biblia, significa poner a prueba. Dios quiere que pongamos a prueba las cosas. Aunque algunos digan que cuando lo hacemos estamos juzgando, no es así. Juzgar es pronunciar sentencia sobre alguien o algo. Es cierto que la Biblia nos pide en ciertos casos que hagamos eso, pero no en este caso.
Normalmente, casi lo probamos todo. Supongamos que voy al médico, y me dice que tengo un tumor cerebral, que necesita practicarme una cirugía en el cerebro. Encontrándonos ya en el quirófano, me mira y me dice: “Hay algo que debe saber antes de comenzar”. Y cuando le pregunto: “¿Qué cosa?”, me responde: “Nunca he estudiado medicina, pero amo mucho a la gente”. ¡Si ya me daba temor cuando creía que sabía lo que estaba haciendo. . .! Lo que quiero es que sea una persona probada, quiero que apruebe.
Supongamos que se dirige a la pista del aeropuerto y sube a un avión que va a despegar, mientras espera se oye la voz de piloto que dice: “Amigos, deben saber algo antes de volar el día de hoy”. Usted se preguntará qué va a decir y luego añade: “Nunca he tomado lecciones de vuelo, ni siquiera he volado antes”. Y usted dirá: “¡Déjenme bajar!”¿Por qué? ¡Porque quiere que sea alguien aprobado! ¡Quiere que sea alguien que sepa lo que está haciendo!
Cierto piloto llamó a la torre de control y preguntó: “¿Qué hora es? ”Le contestaron: “¿Qué línea es?” Y agregó el piloto: “¡Qué importa la línea! ¡Sólo quiero saber la hora! ”El controlador replicó: “Si es American, son las tres de la tarde. Si es Mexicana son las 15 horas, y si es la línea ‘Patito’, la manecilla corta está en las tres y la larga en las 12". Tal vez usted ha viajado en esa línea, tiene sus problemas, ¿no? De nuevo, es lo mismo, queremos que sean probados. Esto es lo que dice Dios que usted y yo debemos hacer. Quiere que como sus hijos, comprobemos qué es lo que le agrada. No es lo que me gusta a mí o lo que le gusta a usted o a otro.
¿Ha observado que todos son expertos en el campo de la música? ¿Se ha fijado? No sabrán leer notas, no sabrán cantar, no conocen las técnicas correctas, pero dicen: “¡Yo sé lo que me gusta!” Pero el hecho que le guste algo, ¿lo hace bueno? ¡No! ¿Tiene miedo de contestar? Hay muchas cosas que me gustan, pero las rechazo porque son malas. El asunto no es si me gusta o no. Otros dicen: “¡Pues a mí no me gusta!” Déjeme hacerle otra pregunta: ¿El hecho de que a usted no le guste, lo hace malo? ¡No! Y de nuevo algunos dicen: “¡Lo que pasa es que te opones a la música rock porque no te gusta!” ¡Eso no tiene nada que ver! No me hubiera querido levantar esta mañana, no me gusta levantarme por la mañana, pero me levanté. No porque me gustara o no me gustara, sino porque sabía que era lo correcto. Otros aseguran: “¡Pues para mí el rock es de tanta bendición!” Y piensan que con eso ya nos acorralaron.
A mí me han dicho algunos que la película Jesucristo superestrella fue una bendición para ellos. ¿Significa eso que se trata de un gran filme? ¡No! Ahora, yo dudo de su bendición. Pero aun en el caso en que hubieran recibido alguna bendición de manera accidental, eso no significa que la obra misma sea buena. Otros dicen: “Bueno, lo que pasa es que ya eres viejo y yo soy joven. Es que te gusta la música de los ancianos, porque ya lo estás, pero yo no soy tan viejo como aparento. Me veo mayor porque he estado enfermo, he madurado por la enfermedad, el pelo canoso es muy engañoso”. Hay otros que argumentan: “Yo soy del rancho y lo que me gusta es la ranchera. Tú eres de la ciudad, por eso te gusta la música de la ciudad”.
Pero el asunto no es, si es música ranchera o de la ciudad, de anciano o de jóvenes. El asunto es si la música le agrada a Dios. Y me preguntará: “¿Será posible saberlo?” ¡Claro que sí! Alguien ha contado más de 500 referencias específicas a la música en la Biblia, aunque supongo que la cifra depende de la forma cómo uno cuente. Ya que para algunos, si un versículo menciona cinco instrumentos diferentes, lo cuentan como cinco referencias diferentes. De eso depende la amplia variación en el número de versículos. He visto varias cifras que considero muy confiables, pero yo estimaría que la Biblia hace mención específica a la música como unas 500 veces.
Eso significa que si queremos saber, qué clase de música debemos tener, podemos saberlo. El problema es que la gran mayoría nunca se ha molestado en averiguar lo que dice Dios, no sólo en cuanto a la música, sino en otras áreas. En el programa de maestría que enseño en la universidad cristiana de Pensacola, exijo que todo estudiante, antes de terminar su maestría en música sagrada, lea toda la Biblia y anote cada referencia a la música. Esa es nuestra autoridad. Si su predicador, expone algo y usted le pregunta: “¿En dónde dice la Biblia eso?” Y contesta: “Pues yo nunca he estudiado la Biblia”. Le diría: “Oiga, espere, eso hay que investigarlo”. Incluso por medio del ministerio “Música majestuosa” hemos publicado una concordancia bíblica de la música, que enumera todas las referencias a la música que aparecen en la Escritura. De modo que cualquiera puede tomarla y revisar todas las referencias que hay en la Biblia. Porque si existen 500 referencias, que son más que las veces que se habla del infierno, más que el cielo, más que la gracia, eso quiere decir que es muy importante para Dios. Por eso nos conviene descubrir lo que Dios dice.
Como las personas no se han tomado el tiempo para hacer eso, se han desviado hacia toda clase de filosofía. Como no han comprobado qué es lo que le agrada al Señor, han aceptado toda clase de cosas diferentes. Seguro que han escuchado a esos que aseguran que la música es amoral, a veces también usan el término que no es moral, otros que es neutral. Todos esos términos significan básicamente lo mismo. La gente afirma eso. Casi todas las revistas cristianas en los últimos años han publicado por lo menos un artículo y algunas varios, asegurando que la música es amoral. Cuando dicen esto hay varias cosas implícitas, por ejemplo afirman que no existe la música buena y la mala, que no hay principios.
Cualquiera que ha estudiado música sabe que eso no es cierto. Yo asistí a la Escuela de Música Eastman. Hice todos mis estudios de posgrado en esta escuela. Tuve varios maestros, eran hombres inconversos hasta donde sé, incluso testifiqué a varios de ellos y ninguno aceptó al Señor, pero no tuve un solo maestro que creyera que la música es amoral. Ésta es una idea totalmente nueva. Si se remonta a la historia, encontrará que ninguna generación ha creído jamás que la música fuera amoral, sólo la nuestra. Creo que la razón básica es la música cristiana contemporánea. Como esta gente quiere usar toda clase de estilos diferentes, por eso aseguran que lo único que importa es la letra. De ahí que afirmen que la música es amoral, neutral o no moral.
Incluso tuve maestros en la escuela de música Eastman, tal como Wayne Barlow, uno de mis maestros de composición, quien hasta escribió libros para aclarar esto. Howard Hanson, quien fue director de la Escuela de música Eastman durante casi 50 años, un músico singular de renombre internacional, compuso óperas y sinfonías. En uno de sus mejores libros dijo “Que la música puede ser filosófica u orgiástica”. Es decir, que puede elevar intelectualmente, filosóficamente o puede ser sensual. Incluso usó el término orgiástica. En otras palabras que tiene fuerza para incitar al mal lo mismo que para el bien. Él entendía que la música puede ser buena o mala, según se componga y según cómo se ejecute. Esto es lo que todos han creído a lo largo de los siglos, sólo que nuestra generación no lo acepta.
Todo esto nos conduce a un enigma, un rompecabezas. La historia lo corrobora. Conforme el hombre se vuelve más intelectual, más culto en la sociedad, más desarrollado industrialmente, ¿qué sucede con su moralidad?, ¡se deteriora! Puede verlo en Roma.
Roma no cayó por ser una cultura tan maravillosa. Decayó porque perdió el rumbo moral. Lo mismo Grecia, Egipto, al igual que Estados Unidos. En la medida que este país ha desarrollado increíblemente las comunicaciones, computadoras, toda clase de tecnología, ¿qué ha sucedido con la moralidad? Tenemos computadoras que nos permiten llevar una Biblia en el bolsillo, pero al mismo tiempo la moralidad se ha deteriorado.
Tenemos problemas terribles con toda clase de inmoralidad, enfermedades venéreas y todo lo que las acompaña. ¿No es increíble? Vea todo lo que está sucediendo, sin embargo creen que pueden educar a una persona para hacerla más moral. Pero no funciona de esta manera. No se hace moral a las personas mediante la educación. Cuando dicen que la música es amoral, están implicando que la misma no es ni buena ni mala. Es lo que están declarando esos que creen en el razonamiento amoral y el pensamiento amoral, y hay muchos. Es el pensamiento de nuestra época. Lo que están diciendo es que a Dios no le interesa qué clase de música usemos. A Dios no le importa. Para Él es lo mismo si quiere rock pesado mientras la letra sea buena. Si prefiere rock punk o rock frash, le llaman punk frash metal pesado, pero aunque le llamen “metal celestial” es lo mismo.
Nada está más lejos de la verdad. He consultado varios diccionarios seculares, no bíblicos, sino seculares, para ver cómo definen el término amoral. Un diccionario dice que amoral significa “sin sentido de responsabilidad moral”. Creo que es muy acertado. Tengo varias objeciones contra la enseñanza de la educación sexual en las escuelas públicas, pero una de las más grandes, es que lo están enseñando como un asunto amoral. Usted y yo sabemos que la moralidad sí está estrechamente relacionada con la sexualidad. No se pueden separar las dos cosas. Asimismo me opongo al movimiento en favor del aborto, pro-elección, como le llaman, aunque deberían denominarlo pro-homicidio. Son varias las objeciones, pero lo que más me molesta es que lo están presentando como algo amoral. ¿Es decir que puedes matar a una persona que aún no ha nacido y afirmar que no tiene nada que ver con los principios morales?
Ésta es la filosofía de nuestra época. Ha penetrado en todas las áreas de nuestra vida; en la educación sexual, la medicina, el aborto. Una de las cosas mas interesantes para mí al descubrir esto, es que muchos en la actualidad no toman el juramento hipocrático que tomaban todos los médicos hasta hace pocos años. ¿Por qué? Porque una de las cosas que promete el juramento hipocrático es: “No daré ninguna droga letal a nadie, aunque me la pidan, ni sugeriré tal uso. Del mismo modo, tampoco a ninguna mujer daré pesario abortivo, sino que, a lo largo de mi vida, ejerceré mi arte pura y santamente”.
Ese es parte del juramento que hacían los médicos. Con razón muchos de ellos no lo quieren tomar. El motivo por qué han adoptado esa postura, es porque dicen que es amoral, que se trata de algo que no es afectado por ningún principio moral. ¡Hasta dónde puede llegar la necedad! En esto los diccionarios están perfectamente acertados. Otro diccionario dice: “Amoral significa incapaz de distinguir entre lo bueno y lo malo”. ¡Eso también es muy apropiado! Estas personas que hablan de razonamiento amoral y pensamiento amoral, en lo que se relaciona con la música, quienes creen que la música es amoral, de que puedes tocar rock o rock pesado, o metal pesado, o lo que sea, y llamarle cristiano, pronto pierden su sentido de lo bueno y de lo malo.
En el cuarto mensaje, que trata sobre el evangelio de la música, le mostraré que la mejor táctica de Satanás para introducir su falso evangelio en las iglesias, es por medio de la música. La razón es, porque al aceptar una música incorrecta pierden el sentido de lo bueno y lo malo y terminan por no poder distinguir la verdad del error. Este es el ejemplo perfecto. Dios comenta esto por medio del profeta Isaías. Dice: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” (Is. 5:20).
Dios pronuncia una maldición sobre esta clase de razonamiento e incluso condena a las personas que piensan de esa manera. Esos que a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo, que pierden incluso la capacidad para distinguir entre lo dulce y lo amargo, entre la luz y las tinieblas, porque han aceptado la idea de que no hay bueno o malo, han perdido su sentido de responsabilidad moral y del bien y del mal.
Hay un libro muy interesante, se llama La clausura de la mente americana, lo escribió Allan Bloom. Es maestro del pensamiento social en la Universidad de Chicago, una de las escuelas más liberales en el país. Ahora, quiero que entienda el trasfondo. Este hombre es maestro de pensamiento social en la Universidad de Chicago. Cuando se publicó su libro, los liberales estaban fascinados, elogiándolo a más no poder. Luego, de pronto entendieron lo que estaba diciendo. Y ya no les gustó tanto. Sin embargo, él toca varios puntos con mucho acierto. Observe lo que dice: “Bien pudiera ser que la locura más grande de la sociedad le parezca normal a ella misma”. ¡Esa es una cita formidable! ¡Porque el aborto es una locura absoluta! Se nos ponían los cabellos de punta cuando leíamos de madres en la India que arrojaban a sus bebés al río Ganges. Sin embargo, Estados Unidos ha ido mucho más allá. Las últimas cifras que vi informaban que en este momento se están asesinando a bebés antes de nacer, a razón de más de 4. 000 diarios. ¡Una locura absoluta! Pero si usted se opone, lo encierran en la cárcel y lo tachan de loco. La homosexualidad es una locura, un disparate. Pero ha llegado a ser aceptada entre la sociedad como algo normal. Recientemente en la ciudad de Nueva York desfilaron más de 500. 000 personas promoviendo la homosexualidad, promoviendo esas inclinaciones. Es obvio que la locura de la sociedad le parece normal a ella misma. Parte del problema, es que las cortes, ahora operan sobre las opiniones de la sociedad, no de la ley misma. Ahora se decide sobre la base de lo que es normal y aceptado entre la sociedad y la cultura. Pero esa no es ninguna base.
Observe además y en particular los padres, quienes necesitan tomar nota de esto. El señor Bloom asegura que la televisión, en comparación con la música, juega un papel comparativamente pequeño en la formación del carácter y los gustos de los niños. Ahora, no está menospreciando los efectos de la televisión, reconoce que la televisión ejerce un efecto tremendo, pero afirma, que si se compara la televisión con la música, la primera ejerce una influencia mínima. Tenga presente que este es un maestro de pensamiento social en la Universidad de Chicago, no un predicador. Como ya dijera, no está menospreciando la televisión, pero sí está diciendo: “Que si queremos desarrollar el carácter y los gustos de los jóvenes en el sentido correcto, no debemos preocuparnos únicamente por la televisión, sino también por la música que están escuchando, porque la música tendrá un efecto aún mayor”.
Luego habla muy específicamente, pero yo no puedo ser tan específico en esta serie de mensajes. Su libro expone con mucha claridad, que la música rock apela a un solo factor, a la apelación barbárica del deseo sexual. Abiertamente reconoce, como casi todos en el campo del rock secular, que esta es la música de la sensualidad, sólo que ellos no le ven nada de malo a eso. Nosotros como cristianos sí debemos verlo. Luego continúa explicando, que los jóvenes saben esto perfectamente, aunque sus padres no. En otras palabras, la juventud entiende lo que está sucediendo, aún cuando los padres son frecuentemente engañados.
Hay otro libro que me gusta mucho. Se titula Matándonos de deleites. Lo escribió Neil Postman. Un maestro de artes y ciencias de la comunicación en la Universidad de Nueva York. Y una vez más quiero que vea el trasfondo, porque pienso que podría tener un trasfondo cristiano, aunque no da evidencias de que entienda principios cristianos. Él expone ideas muy interesantes en su libro. Así declara: “que sostener que la tecnología, o la música en este caso, es neutral, no moral o amoral, es una ridiculez pura y simple”. Yo mismo no podía haberlo dicho mejor. Como dice Marshall McGruen, lo que está explicando es “que no se puede separar la tecnología del mensaje”. Esto lo demostraremos más adelante. Comprobaremos que es cierto, que no se pueden separar las dos cosas. La manera de decir algo determina en gran medida lo que significa.
El señor Potsman manifiesta que no se puede separar, por ejemplo la tecnología de la televisión. De igual manera no se puede separar la música de la letra. Y ese es el ejemplo que usan la mayoría de quienes tocan música contemporánea. Aseguran que lo que importa es únicamente la letra. Pero aún este hombre que no es cristiano declara, que aunque el televisor sea un objeto neutral, no viviente, como lo es la música, la televisión en sí no se puede considerar neutral o no moral.
Lo interesante es que la Biblia tiene cosas así. La Biblia lo dice, luego entonces es cierto, pero me cuesta creerlo. El Señor Jesucristo declara en el capítulo 16 de Lucas que “. . . los hijos de este siglo son más sagaces. . . que los hijos de luz” (Lucas 16:8). Pero no debe ser así con los cristianos, ya que tenemos la Palabra de Dios y el Espíritu Santo para guiarnos. Deberíamos entender mucho más que el mundo, ¿no? Sin embargo, con frecuencia vemos que el mundo entiende cosas, que aun algunos cristianos se niegan a aceptar. Por esto citaré a tantas de estas personas a lo largo de esta serie de mensajes, para demostrar que hasta la gente del mundo comprende estas cosas.
Hay otro libro muy interesante, escrito por un inglés, por David Tame. De nuevo creo que este hombre entiende principios cristianos, pero es un escritor secular. Su obra se titula El poder secreto de la música. Menciono este libro, porque muchas personas me dicen: “Usted se opone a la música rock, a algunos de los compositores y a su estilo de vida. Pero. . . ¿qué de Beethoven, Mozart y Haydn? Estos hombres y muchos más, no eran cristianos. No vivieron como debían, sin embargo, ¿acepta la música de ellos? ¿Por qué?”
David Tame da la mejor respuesta que yo he visto en su libro. Él analiza todo el trasfondo y expresa, que el concepto de que la música afecta el carácter, fue la gran fuerza que inspiró la vida de los grandes compositores. Y es que todos los compositores del pasado, aun cuando no hayan sido todo lo que debían ser en su vida personal, buscaban elevar a las personas y ayudarlas con su música. Es por eso que pasaron años estudiando el arte de la música. Beethoven era maestro de su arte. Tenemos incluso algunos de los ejercicios de las composiciones de Haydn y en ellos se ve su desarrollo como músico. Pasó años de su vida desarrollando el arte, porque consideraba que la música podía afectar el carácter, ayudar a la gente y elevarla.
Esa es la filosofía que proviene de los griegos y se llama “La doctrina del Etos”, que la música sí afecta el carácter. Muchos de los grandes compositores, de hecho todos los grandes músicos del pasado, siempre creyeron que podían ayudar a las personas. Es como el médico. Usted va al médico y le dice que tiene apendicitis, que tiene que removerle el apéndice. Acaso le pregunta:“¿Doctor, es usted cristiano?”. Y si le dice “No” entonces usted no se va a dejar operar. ¡Eso sería una locura! Ahora, yo prefiero al médico cristiano, si es posible, pero no siempre puede encontrarse a uno. No obstante, si es fiel al juramento hipocrático, hará lo mejor que pueda hacer por mí. De todas maneras sólo Dios puede sanarme así que confiaré en el médico en el campo de la medicina. Posiblemente sea mal hablado, fumador, toda clase de cosas. No confío en él en esas áreas, pero sí en lo tocante a la medicina.
De la misma manera, puede confiar en Beethoven, Mozart y Haydn en el campo de la música, porque eran expertos e intentaban elevar a las personas. A veces incluso, cuando las personas escuchan la música de ellos, dicen que tuvieron “una experiencia espiritual”, aunque no entienden lo que es una verdadera experiencia espiritual. Cuando yo tocaba con la orquesta sinfónica hace años, me decían: “¡Qué maravillosa experiencia espiritual!” Yo siempre respondía: “No, es elevador, pero no espiritual, porque la espiritualidad únicamente proviene de Jesucristo y su Palabra, no por medio de la música”.
Todos los compositores del pasado, reconocieron el enorme poder de la música. Luego el señor Tame continúa y cita a Aristóteles, quien decía que si uno escucha música mala, tiende a ser una persona mala y si escucha música buena, tiende a ser una persona buena. ¿Ve? A través de los siglos los hombres han pensado así. Aristóteles creía esto, lo mismo Pitágoras y podría enumerar un sin fin de hombres en el pasado, quienes entendieron que la música sí afecta el carácter. De nuevo, lo que estoy diciendo es Efesios 5:10: “Comprobando lo que es agradable al Señor”.
Ahora, si vamos a hacer eso tenemos que ir a la Escritura. Vamos a leer tres versículos que quiero que escriba, porque deseo que recuerde esto. Son de enorme importancia. Esto será fundamental para todo lo demás que mencionaré a lo largo de esta serie de mensajes. Si entiende lo que estoy explicando aquí, habrá adelantado mucho en el desarrollo del discernimiento en el área de la música. Quiero darle tres versículos, que nos enseñan tres cosas acerca de Dios. Los tres versículos dicen exactamente lo mismo. Como expusiera antes, siempre que Dios repite algo es con un propósito.
A usted y a mí se nos acaban las palabras. Cuando alguien le dice: “¡Qué gusto verte! ¿Cómo estas?” Realmente no quiere que le cuente nada. Si empieza a detallarle “del dedo que le duele, de sus caries. . . ”, en realidad no quería saber eso. Sólo es una manera de saludar. Pero Dios no hace eso. Cuando Dios repite algo es con un propósito, y Dios repite esto tres veces. La primera vez es en Éxodo. En el primer cántico que contiene la Biblia, en Éxodo 15:2, lo cual se encuentra en los libros históricos. Si pasamos a los libros poéticos, en Salmos 118:14 encontramos la misma verdad. Es el segundo grupo importante del Antiguo Testamento. Si vamos a--los libros proféticos, el tercer grupo importante, en Isaías 12:2 hallamos esto mismo.
Para mí es interesante además, que Dios enseñe esto en las tres secciones importantes del Antiguo Testamento. Uno de los lugares más interesantes, es el que le mostraré en un momento. Los tres versículos dicen lo siguiente de una manera u otra: “Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré” (Ex. 15:2). Estos versículos nos enseñan tres cosas acerca de Dios:
1. Dicen que Dios el Señor es nuestra fortaleza. No sólo nos da fortaleza como cristianos, sino que Dios es nuestra fortaleza. Jesús lo dijo de esta manera en Juan 15:5:“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. Si los pámpanos no permanecen en la vid, ¿qué sucede?¡Se secan, mueren! ¿Por qué? Porque la vid es la fortaleza de los pámpanos. Por eso dijo el Señor, “porque separados de mí nada podéis hacer”. ¡Tenemos que permanecer en Cristo! Jesús dijo: “Tienen que permanecer en mí. Mis palabras deben permanecer en ustedes”. Es que la vid no sólo provee fuerza para el pámpano, la vid literalmente es la fuerza del pámpano. ¡Dios es nuestra fortaleza!
2. También dice que es nuestra “salvación”. Y creo que aquí cambia un poco la sintaxis. Porque de una manera muy singular, por medio de la encarnación Jesucristo ha llegado a ser salvación para nosotros. La salvación no está en una iglesia, no está en una creencia. La salvación no está en una religión. La salvación se encuentra en una Persona. Si no tiene la Persona no tiene la salvación, y la Persona es Jesucristo.
3. Dios es nuestra fortaleza. Dios es nuestra salvación, pero observen lo que dice entre estas dos frases sin perder un solo paso, leemos “Jehová es mi fortaleza y mi cántico”. ¡Dios también es nuestro cántico! Sé que algunos dicen: “Pues probablemente es un cántico de alabanza a Dios, o un cántico que se refiere a Dios”. No, la palabra que aquí se traduce “cántico”, como muchos términos que señalaremos, no se refiere a alabar a Dios con palabras, sino a la música misma. El término hebreo es “zimrath”, que literalmente significa “música instrumental”. A eso se refiere, a queDios es mi instrumento, y la palabra literalmente significa pulsar las cuerdas de un instrumento. Incluso en la Concordancia Bíblica en inglés el número es el 2176.
A propósito de esta palabra, únicamente se usa en tres citas. No está en ninguna otra parte del Antiguo Testamento. Creo que cuando Dios limita de esa manera el uso de un término, intenta darle un significado especial. Esta palabra viene del vocablo “zamar”, que literalmente significa “hacer sonar las cuerdas del instrumento”, no con el plectro (la púa que se usa para tocar los instrumentos de cuerda), sino con los dedos mismos.
La música es parte de la naturaleza de Dios. Dios mismo es musical. Me preguntará: “¿realmente cree que Dios es musical?” ¡Claro que sí! Incluso la música es lo único que yo sepa que estaba en el cielo antes de que Dios creara el mundo, que tenemos aquí en la tierra con nosotros y que tendremos en el cielo en el futuro. Si usted sabe de otra cosa me gustaría saberlo. ¿Sabe de alguna otra cosa? ¡Yo no!
A mí me gusta predicar, predico a la menor provocación y hasta provoco. Pero en el cielo no necesitaremos predicación, pero si cantaremos. Tendremos música, música instrumental. Apocalipsis habla de música instrumental, ¿sabe por qué? Porque Dios es musical. Es parte de la naturaleza de Dios. He leído algunos libros cristianos que hasta declaran, que “Dios hizo la música para el hombre”. ¡No! Dios no hizo la música para el hombre. Había música en el cielo antes que Dios creara al hombre. Incluso leí un libro cristiano, que dice: “El hombre aprendió a producir música imitando a los animales”. ¡Esta persona ha aceptado la evolución y ni cuenta se ha dado !El hombre crea música porque Dios es musical y cuando el Señor nos hizo a su imagen, nos hizo también musicales. ¡Qué emocionante! ¿No?
La música es parte de la naturaleza de Dios. Eso significa, y preste mucha atención, porque no estoy enseñando verdades nuevas. Si esta verdad es nueva, es herejía. Lo que estoy enseñando ha sido descuidado en el entendimiento de las personas. Hace siglos la gente entendía esta verdad. Es en nuestra generación, que tenemos más proliferación de la música, pero menos entendimiento de ella.
Recuerdo que ya adulto conducía mi auto pensando: “¿No sería maravilloso poder tener un tocadiscos en el auto?” Y de inmediato me decía: “Nunca se podrá, porque no hay manera de hacer que la aguja permanezca en el disco”. Pero hoy tenemos tocacintas y discos compactos. Podemos escuchar una sinfonía grabada hace años en algún lugar de Europa. ¡Cómo le habría gustado eso a Bach! Pero al mismo tiempo que tenemos esa proliferación de música, poseemos menos entendimiento del significado de la música y su mensaje.
He titulado este mensaje “El lenguaje de la música” porque es importante que entiendan que la música sí es un lenguaje. Cuenta con todos los elementos de un idioma, tiene gramática, sintaxis, comunicación y significado, aunque este significado sea abstracto, no concreto. Es por eso que algunos se confunden en este último punto. En este mensaje vamos a demostrar, que la Escritura enseña lo mismo: que hay un lenguaje en la música. Incluso, es una de las ilustraciones que usa la Biblia.
Los musicólogos, especializados en el campo de la música, particularmente quienes estudian este arte, reconocen que la música es un lenguaje. De tal manera que si podemos entender el habla, de igual manera podemos discernir la música. Si no pudiéramos expresarnos por medio de palabras, sería imposible conocer la verdad. Así lo asegura un gran filósofo, quien reconoce que si no logramos ponernos de acuerdo respecto a los términos de nuestro idioma y su significado, no puede haber comunicación entre nosotros, al menos una comunicación correcta.
Habiendo determinado ya que la música es un lenguaje, examinaremos cuáles son sus elementos. Esta serie de mensajes se divide en seis partes:
• La primera la hemos titulado “El Dios de la música”, porque uno no puede dejar de preguntarse, si la música fue una idea tardía de Dios o es algo que forma parte permanente de la economía divina.
• La segunda parte la llamamos “El mensaje de la música”. Porque si es un mensaje, ¿qué es lo que comunica la música? ¿Puede impartir ideas? ¿Podemos entender lo que dice?
• El tercer mensaje, lo titulamos “El sonido de la música”, ya que si la música transmite algo, ¿cómo sabemos qué sonidos comunican qué cosa?¿Podemos entenderlos? ¿Habrá principios que nos muestren cómo debe ordenarse nuestra música?
• El cuarto mensaje trata sobre “El evangelio de la música”. ¿Será acaso que la teología se relaciona con la música? Y si tenemos varios tipos de música, ¿habrá ciertos aspectos de la teología que están de acuerdo con determinada música?
• En el quinto mensaje hablaremos sobre “Los efectos de la música”. ¿Será que nos afecta la música? Y si nos afecta, ¿de qué manera lo hace y qué es lo que nos afecta? Si entendemos esto, ¿podremos saber entonces qué clase de música debemos tener por los efectos que produce?
• Luego, en la última parte hablaremos sobre “El propósito de la música”. ¿Para qué nos dio, Dios la música? ¿Para qué la tenemos? ¿Cuál es el propósito básico subyacente para el cual, el Señor nos la dio?
Es importante leer toda esta serie de mensajes, para aprovecharlo todo y tener el contexto, porque no hay que tener las cosas fuera de contexto. La música como el lenguaje tiene contexto, y si se toma un sonido equivocado y se pone en un lugar erróneo, queda fuera de contexto. Mucho de lo que se estudia en la escuela de música, es la forma cómo armar este contexto y saber qué es lo que cabe en cada uno. Por lo tanto, es importante que lea los seis mensajes, para que tenga el panorama general de lo que Dios está diciéndonos sobre la música.
A lo largo de esta serie de mensajes usaremos la Palabra de Dios. Una de las primeras cosas que descubrimos la encontramos en 1 Corintios 14:7, 8. ¿Sabía usted que los capítulos 12 al 14 de 1 Corintios tienen que ver con las lenguas, con el lenguaje? Aquí Pablo está corrigiendo los abusos en la iglesia de Corinto, y lo que usa como ilustración, es la música. Dice: “Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?”. Es decir, como se trata de un lenguaje, ¿cómo va a saber lo que quiere decir si el sonido no es claro? Y luego continúa: “Y si la trompeta diere sonido incierto. . . ”, ¿cómo va a saber si el toque es para levantarse o prepararse para la batalla? (1 Co. 14:7,8).
De tal manera, que toda nuestra tesis se basa en un principio bíblico que se aplica a todas las áreas de la vida. El texto que usaremos para la serie de seis mensajes es Efesios5:10 que dice: “Comprobando lo que es agradable al Señor”. Es decir, que usted y yo, como creyentes, debemos comprobar qué es lo que le agrada al Señor. La palabra “comprobando”, en este caso, como en muchos otros en la Biblia, significa poner a prueba. Dios quiere que pongamos a prueba las cosas. Aunque algunos digan que cuando lo hacemos estamos juzgando, no es así. Juzgar es pronunciar sentencia sobre alguien o algo. Es cierto que la Biblia nos pide en ciertos casos que hagamos eso, pero no en este caso.
Normalmente, casi lo probamos todo. Supongamos que voy al médico, y me dice que tengo un tumor cerebral, que necesita practicarme una cirugía en el cerebro. Encontrándonos ya en el quirófano, me mira y me dice: “Hay algo que debe saber antes de comenzar”. Y cuando le pregunto: “¿Qué cosa?”, me responde: “Nunca he estudiado medicina, pero amo mucho a la gente”. ¡Si ya me daba temor cuando creía que sabía lo que estaba haciendo. . .! Lo que quiero es que sea una persona probada, quiero que apruebe.
Supongamos que se dirige a la pista del aeropuerto y sube a un avión que va a despegar, mientras espera se oye la voz de piloto que dice: “Amigos, deben saber algo antes de volar el día de hoy”. Usted se preguntará qué va a decir y luego añade: “Nunca he tomado lecciones de vuelo, ni siquiera he volado antes”. Y usted dirá: “¡Déjenme bajar!”¿Por qué? ¡Porque quiere que sea alguien aprobado! ¡Quiere que sea alguien que sepa lo que está haciendo!
Cierto piloto llamó a la torre de control y preguntó: “¿Qué hora es? ”Le contestaron: “¿Qué línea es?” Y agregó el piloto: “¡Qué importa la línea! ¡Sólo quiero saber la hora! ”El controlador replicó: “Si es American, son las tres de la tarde. Si es Mexicana son las 15 horas, y si es la línea ‘Patito’, la manecilla corta está en las tres y la larga en las 12". Tal vez usted ha viajado en esa línea, tiene sus problemas, ¿no? De nuevo, es lo mismo, queremos que sean probados. Esto es lo que dice Dios que usted y yo debemos hacer. Quiere que como sus hijos, comprobemos qué es lo que le agrada. No es lo que me gusta a mí o lo que le gusta a usted o a otro.
¿Ha observado que todos son expertos en el campo de la música? ¿Se ha fijado? No sabrán leer notas, no sabrán cantar, no conocen las técnicas correctas, pero dicen: “¡Yo sé lo que me gusta!” Pero el hecho que le guste algo, ¿lo hace bueno? ¡No! ¿Tiene miedo de contestar? Hay muchas cosas que me gustan, pero las rechazo porque son malas. El asunto no es si me gusta o no. Otros dicen: “¡Pues a mí no me gusta!” Déjeme hacerle otra pregunta: ¿El hecho de que a usted no le guste, lo hace malo? ¡No! Y de nuevo algunos dicen: “¡Lo que pasa es que te opones a la música rock porque no te gusta!” ¡Eso no tiene nada que ver! No me hubiera querido levantar esta mañana, no me gusta levantarme por la mañana, pero me levanté. No porque me gustara o no me gustara, sino porque sabía que era lo correcto. Otros aseguran: “¡Pues para mí el rock es de tanta bendición!” Y piensan que con eso ya nos acorralaron.
A mí me han dicho algunos que la película Jesucristo superestrella fue una bendición para ellos. ¿Significa eso que se trata de un gran filme? ¡No! Ahora, yo dudo de su bendición. Pero aun en el caso en que hubieran recibido alguna bendición de manera accidental, eso no significa que la obra misma sea buena. Otros dicen: “Bueno, lo que pasa es que ya eres viejo y yo soy joven. Es que te gusta la música de los ancianos, porque ya lo estás, pero yo no soy tan viejo como aparento. Me veo mayor porque he estado enfermo, he madurado por la enfermedad, el pelo canoso es muy engañoso”. Hay otros que argumentan: “Yo soy del rancho y lo que me gusta es la ranchera. Tú eres de la ciudad, por eso te gusta la música de la ciudad”.
Pero el asunto no es, si es música ranchera o de la ciudad, de anciano o de jóvenes. El asunto es si la música le agrada a Dios. Y me preguntará: “¿Será posible saberlo?” ¡Claro que sí! Alguien ha contado más de 500 referencias específicas a la música en la Biblia, aunque supongo que la cifra depende de la forma cómo uno cuente. Ya que para algunos, si un versículo menciona cinco instrumentos diferentes, lo cuentan como cinco referencias diferentes. De eso depende la amplia variación en el número de versículos. He visto varias cifras que considero muy confiables, pero yo estimaría que la Biblia hace mención específica a la música como unas 500 veces.
Eso significa que si queremos saber, qué clase de música debemos tener, podemos saberlo. El problema es que la gran mayoría nunca se ha molestado en averiguar lo que dice Dios, no sólo en cuanto a la música, sino en otras áreas. En el programa de maestría que enseño en la universidad cristiana de Pensacola, exijo que todo estudiante, antes de terminar su maestría en música sagrada, lea toda la Biblia y anote cada referencia a la música. Esa es nuestra autoridad. Si su predicador, expone algo y usted le pregunta: “¿En dónde dice la Biblia eso?” Y contesta: “Pues yo nunca he estudiado la Biblia”. Le diría: “Oiga, espere, eso hay que investigarlo”. Incluso por medio del ministerio “Música majestuosa” hemos publicado una concordancia bíblica de la música, que enumera todas las referencias a la música que aparecen en la Escritura. De modo que cualquiera puede tomarla y revisar todas las referencias que hay en la Biblia. Porque si existen 500 referencias, que son más que las veces que se habla del infierno, más que el cielo, más que la gracia, eso quiere decir que es muy importante para Dios. Por eso nos conviene descubrir lo que Dios dice.
Como las personas no se han tomado el tiempo para hacer eso, se han desviado hacia toda clase de filosofía. Como no han comprobado qué es lo que le agrada al Señor, han aceptado toda clase de cosas diferentes. Seguro que han escuchado a esos que aseguran que la música es amoral, a veces también usan el término que no es moral, otros que es neutral. Todos esos términos significan básicamente lo mismo. La gente afirma eso. Casi todas las revistas cristianas en los últimos años han publicado por lo menos un artículo y algunas varios, asegurando que la música es amoral. Cuando dicen esto hay varias cosas implícitas, por ejemplo afirman que no existe la música buena y la mala, que no hay principios.
Cualquiera que ha estudiado música sabe que eso no es cierto. Yo asistí a la Escuela de Música Eastman. Hice todos mis estudios de posgrado en esta escuela. Tuve varios maestros, eran hombres inconversos hasta donde sé, incluso testifiqué a varios de ellos y ninguno aceptó al Señor, pero no tuve un solo maestro que creyera que la música es amoral. Ésta es una idea totalmente nueva. Si se remonta a la historia, encontrará que ninguna generación ha creído jamás que la música fuera amoral, sólo la nuestra. Creo que la razón básica es la música cristiana contemporánea. Como esta gente quiere usar toda clase de estilos diferentes, por eso aseguran que lo único que importa es la letra. De ahí que afirmen que la música es amoral, neutral o no moral.
Incluso tuve maestros en la escuela de música Eastman, tal como Wayne Barlow, uno de mis maestros de composición, quien hasta escribió libros para aclarar esto. Howard Hanson, quien fue director de la Escuela de música Eastman durante casi 50 años, un músico singular de renombre internacional, compuso óperas y sinfonías. En uno de sus mejores libros dijo “Que la música puede ser filosófica u orgiástica”. Es decir, que puede elevar intelectualmente, filosóficamente o puede ser sensual. Incluso usó el término orgiástica. En otras palabras que tiene fuerza para incitar al mal lo mismo que para el bien. Él entendía que la música puede ser buena o mala, según se componga y según cómo se ejecute. Esto es lo que todos han creído a lo largo de los siglos, sólo que nuestra generación no lo acepta.
Todo esto nos conduce a un enigma, un rompecabezas. La historia lo corrobora. Conforme el hombre se vuelve más intelectual, más culto en la sociedad, más desarrollado industrialmente, ¿qué sucede con su moralidad?, ¡se deteriora! Puede verlo en Roma.
Roma no cayó por ser una cultura tan maravillosa. Decayó porque perdió el rumbo moral. Lo mismo Grecia, Egipto, al igual que Estados Unidos. En la medida que este país ha desarrollado increíblemente las comunicaciones, computadoras, toda clase de tecnología, ¿qué ha sucedido con la moralidad? Tenemos computadoras que nos permiten llevar una Biblia en el bolsillo, pero al mismo tiempo la moralidad se ha deteriorado.
Tenemos problemas terribles con toda clase de inmoralidad, enfermedades venéreas y todo lo que las acompaña. ¿No es increíble? Vea todo lo que está sucediendo, sin embargo creen que pueden educar a una persona para hacerla más moral. Pero no funciona de esta manera. No se hace moral a las personas mediante la educación. Cuando dicen que la música es amoral, están implicando que la misma no es ni buena ni mala. Es lo que están declarando esos que creen en el razonamiento amoral y el pensamiento amoral, y hay muchos. Es el pensamiento de nuestra época. Lo que están diciendo es que a Dios no le interesa qué clase de música usemos. A Dios no le importa. Para Él es lo mismo si quiere rock pesado mientras la letra sea buena. Si prefiere rock punk o rock frash, le llaman punk frash metal pesado, pero aunque le llamen “metal celestial” es lo mismo.
Nada está más lejos de la verdad. He consultado varios diccionarios seculares, no bíblicos, sino seculares, para ver cómo definen el término amoral. Un diccionario dice que amoral significa “sin sentido de responsabilidad moral”. Creo que es muy acertado. Tengo varias objeciones contra la enseñanza de la educación sexual en las escuelas públicas, pero una de las más grandes, es que lo están enseñando como un asunto amoral. Usted y yo sabemos que la moralidad sí está estrechamente relacionada con la sexualidad. No se pueden separar las dos cosas. Asimismo me opongo al movimiento en favor del aborto, pro-elección, como le llaman, aunque deberían denominarlo pro-homicidio. Son varias las objeciones, pero lo que más me molesta es que lo están presentando como algo amoral. ¿Es decir que puedes matar a una persona que aún no ha nacido y afirmar que no tiene nada que ver con los principios morales?
Ésta es la filosofía de nuestra época. Ha penetrado en todas las áreas de nuestra vida; en la educación sexual, la medicina, el aborto. Una de las cosas mas interesantes para mí al descubrir esto, es que muchos en la actualidad no toman el juramento hipocrático que tomaban todos los médicos hasta hace pocos años. ¿Por qué? Porque una de las cosas que promete el juramento hipocrático es: “No daré ninguna droga letal a nadie, aunque me la pidan, ni sugeriré tal uso. Del mismo modo, tampoco a ninguna mujer daré pesario abortivo, sino que, a lo largo de mi vida, ejerceré mi arte pura y santamente”.
Ese es parte del juramento que hacían los médicos. Con razón muchos de ellos no lo quieren tomar. El motivo por qué han adoptado esa postura, es porque dicen que es amoral, que se trata de algo que no es afectado por ningún principio moral. ¡Hasta dónde puede llegar la necedad! En esto los diccionarios están perfectamente acertados. Otro diccionario dice: “Amoral significa incapaz de distinguir entre lo bueno y lo malo”. ¡Eso también es muy apropiado! Estas personas que hablan de razonamiento amoral y pensamiento amoral, en lo que se relaciona con la música, quienes creen que la música es amoral, de que puedes tocar rock o rock pesado, o metal pesado, o lo que sea, y llamarle cristiano, pronto pierden su sentido de lo bueno y de lo malo.
En el cuarto mensaje, que trata sobre el evangelio de la música, le mostraré que la mejor táctica de Satanás para introducir su falso evangelio en las iglesias, es por medio de la música. La razón es, porque al aceptar una música incorrecta pierden el sentido de lo bueno y lo malo y terminan por no poder distinguir la verdad del error. Este es el ejemplo perfecto. Dios comenta esto por medio del profeta Isaías. Dice: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” (Is. 5:20).
Dios pronuncia una maldición sobre esta clase de razonamiento e incluso condena a las personas que piensan de esa manera. Esos que a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo, que pierden incluso la capacidad para distinguir entre lo dulce y lo amargo, entre la luz y las tinieblas, porque han aceptado la idea de que no hay bueno o malo, han perdido su sentido de responsabilidad moral y del bien y del mal.
Hay un libro muy interesante, se llama La clausura de la mente americana, lo escribió Allan Bloom. Es maestro del pensamiento social en la Universidad de Chicago, una de las escuelas más liberales en el país. Ahora, quiero que entienda el trasfondo. Este hombre es maestro de pensamiento social en la Universidad de Chicago. Cuando se publicó su libro, los liberales estaban fascinados, elogiándolo a más no poder. Luego, de pronto entendieron lo que estaba diciendo. Y ya no les gustó tanto. Sin embargo, él toca varios puntos con mucho acierto. Observe lo que dice: “Bien pudiera ser que la locura más grande de la sociedad le parezca normal a ella misma”. ¡Esa es una cita formidable! ¡Porque el aborto es una locura absoluta! Se nos ponían los cabellos de punta cuando leíamos de madres en la India que arrojaban a sus bebés al río Ganges. Sin embargo, Estados Unidos ha ido mucho más allá. Las últimas cifras que vi informaban que en este momento se están asesinando a bebés antes de nacer, a razón de más de 4. 000 diarios. ¡Una locura absoluta! Pero si usted se opone, lo encierran en la cárcel y lo tachan de loco. La homosexualidad es una locura, un disparate. Pero ha llegado a ser aceptada entre la sociedad como algo normal. Recientemente en la ciudad de Nueva York desfilaron más de 500. 000 personas promoviendo la homosexualidad, promoviendo esas inclinaciones. Es obvio que la locura de la sociedad le parece normal a ella misma. Parte del problema, es que las cortes, ahora operan sobre las opiniones de la sociedad, no de la ley misma. Ahora se decide sobre la base de lo que es normal y aceptado entre la sociedad y la cultura. Pero esa no es ninguna base.
Observe además y en particular los padres, quienes necesitan tomar nota de esto. El señor Bloom asegura que la televisión, en comparación con la música, juega un papel comparativamente pequeño en la formación del carácter y los gustos de los niños. Ahora, no está menospreciando los efectos de la televisión, reconoce que la televisión ejerce un efecto tremendo, pero afirma, que si se compara la televisión con la música, la primera ejerce una influencia mínima. Tenga presente que este es un maestro de pensamiento social en la Universidad de Chicago, no un predicador. Como ya dijera, no está menospreciando la televisión, pero sí está diciendo: “Que si queremos desarrollar el carácter y los gustos de los jóvenes en el sentido correcto, no debemos preocuparnos únicamente por la televisión, sino también por la música que están escuchando, porque la música tendrá un efecto aún mayor”.
Luego habla muy específicamente, pero yo no puedo ser tan específico en esta serie de mensajes. Su libro expone con mucha claridad, que la música rock apela a un solo factor, a la apelación barbárica del deseo sexual. Abiertamente reconoce, como casi todos en el campo del rock secular, que esta es la música de la sensualidad, sólo que ellos no le ven nada de malo a eso. Nosotros como cristianos sí debemos verlo. Luego continúa explicando, que los jóvenes saben esto perfectamente, aunque sus padres no. En otras palabras, la juventud entiende lo que está sucediendo, aún cuando los padres son frecuentemente engañados.
Hay otro libro que me gusta mucho. Se titula Matándonos de deleites. Lo escribió Neil Postman. Un maestro de artes y ciencias de la comunicación en la Universidad de Nueva York. Y una vez más quiero que vea el trasfondo, porque pienso que podría tener un trasfondo cristiano, aunque no da evidencias de que entienda principios cristianos. Él expone ideas muy interesantes en su libro. Así declara: “que sostener que la tecnología, o la música en este caso, es neutral, no moral o amoral, es una ridiculez pura y simple”. Yo mismo no podía haberlo dicho mejor. Como dice Marshall McGruen, lo que está explicando es “que no se puede separar la tecnología del mensaje”. Esto lo demostraremos más adelante. Comprobaremos que es cierto, que no se pueden separar las dos cosas. La manera de decir algo determina en gran medida lo que significa.
El señor Potsman manifiesta que no se puede separar, por ejemplo la tecnología de la televisión. De igual manera no se puede separar la música de la letra. Y ese es el ejemplo que usan la mayoría de quienes tocan música contemporánea. Aseguran que lo que importa es únicamente la letra. Pero aún este hombre que no es cristiano declara, que aunque el televisor sea un objeto neutral, no viviente, como lo es la música, la televisión en sí no se puede considerar neutral o no moral.
Lo interesante es que la Biblia tiene cosas así. La Biblia lo dice, luego entonces es cierto, pero me cuesta creerlo. El Señor Jesucristo declara en el capítulo 16 de Lucas que “. . . los hijos de este siglo son más sagaces. . . que los hijos de luz” (Lucas 16:8). Pero no debe ser así con los cristianos, ya que tenemos la Palabra de Dios y el Espíritu Santo para guiarnos. Deberíamos entender mucho más que el mundo, ¿no? Sin embargo, con frecuencia vemos que el mundo entiende cosas, que aun algunos cristianos se niegan a aceptar. Por esto citaré a tantas de estas personas a lo largo de esta serie de mensajes, para demostrar que hasta la gente del mundo comprende estas cosas.
Hay otro libro muy interesante, escrito por un inglés, por David Tame. De nuevo creo que este hombre entiende principios cristianos, pero es un escritor secular. Su obra se titula El poder secreto de la música. Menciono este libro, porque muchas personas me dicen: “Usted se opone a la música rock, a algunos de los compositores y a su estilo de vida. Pero. . . ¿qué de Beethoven, Mozart y Haydn? Estos hombres y muchos más, no eran cristianos. No vivieron como debían, sin embargo, ¿acepta la música de ellos? ¿Por qué?”
David Tame da la mejor respuesta que yo he visto en su libro. Él analiza todo el trasfondo y expresa, que el concepto de que la música afecta el carácter, fue la gran fuerza que inspiró la vida de los grandes compositores. Y es que todos los compositores del pasado, aun cuando no hayan sido todo lo que debían ser en su vida personal, buscaban elevar a las personas y ayudarlas con su música. Es por eso que pasaron años estudiando el arte de la música. Beethoven era maestro de su arte. Tenemos incluso algunos de los ejercicios de las composiciones de Haydn y en ellos se ve su desarrollo como músico. Pasó años de su vida desarrollando el arte, porque consideraba que la música podía afectar el carácter, ayudar a la gente y elevarla.
Esa es la filosofía que proviene de los griegos y se llama “La doctrina del Etos”, que la música sí afecta el carácter. Muchos de los grandes compositores, de hecho todos los grandes músicos del pasado, siempre creyeron que podían ayudar a las personas. Es como el médico. Usted va al médico y le dice que tiene apendicitis, que tiene que removerle el apéndice. Acaso le pregunta:“¿Doctor, es usted cristiano?”. Y si le dice “No” entonces usted no se va a dejar operar. ¡Eso sería una locura! Ahora, yo prefiero al médico cristiano, si es posible, pero no siempre puede encontrarse a uno. No obstante, si es fiel al juramento hipocrático, hará lo mejor que pueda hacer por mí. De todas maneras sólo Dios puede sanarme así que confiaré en el médico en el campo de la medicina. Posiblemente sea mal hablado, fumador, toda clase de cosas. No confío en él en esas áreas, pero sí en lo tocante a la medicina.
De la misma manera, puede confiar en Beethoven, Mozart y Haydn en el campo de la música, porque eran expertos e intentaban elevar a las personas. A veces incluso, cuando las personas escuchan la música de ellos, dicen que tuvieron “una experiencia espiritual”, aunque no entienden lo que es una verdadera experiencia espiritual. Cuando yo tocaba con la orquesta sinfónica hace años, me decían: “¡Qué maravillosa experiencia espiritual!” Yo siempre respondía: “No, es elevador, pero no espiritual, porque la espiritualidad únicamente proviene de Jesucristo y su Palabra, no por medio de la música”.
Todos los compositores del pasado, reconocieron el enorme poder de la música. Luego el señor Tame continúa y cita a Aristóteles, quien decía que si uno escucha música mala, tiende a ser una persona mala y si escucha música buena, tiende a ser una persona buena. ¿Ve? A través de los siglos los hombres han pensado así. Aristóteles creía esto, lo mismo Pitágoras y podría enumerar un sin fin de hombres en el pasado, quienes entendieron que la música sí afecta el carácter. De nuevo, lo que estoy diciendo es Efesios 5:10: “Comprobando lo que es agradable al Señor”.
Ahora, si vamos a hacer eso tenemos que ir a la Escritura. Vamos a leer tres versículos que quiero que escriba, porque deseo que recuerde esto. Son de enorme importancia. Esto será fundamental para todo lo demás que mencionaré a lo largo de esta serie de mensajes. Si entiende lo que estoy explicando aquí, habrá adelantado mucho en el desarrollo del discernimiento en el área de la música. Quiero darle tres versículos, que nos enseñan tres cosas acerca de Dios. Los tres versículos dicen exactamente lo mismo. Como expusiera antes, siempre que Dios repite algo es con un propósito.
A usted y a mí se nos acaban las palabras. Cuando alguien le dice: “¡Qué gusto verte! ¿Cómo estas?” Realmente no quiere que le cuente nada. Si empieza a detallarle “del dedo que le duele, de sus caries. . . ”, en realidad no quería saber eso. Sólo es una manera de saludar. Pero Dios no hace eso. Cuando Dios repite algo es con un propósito, y Dios repite esto tres veces. La primera vez es en Éxodo. En el primer cántico que contiene la Biblia, en Éxodo 15:2, lo cual se encuentra en los libros históricos. Si pasamos a los libros poéticos, en Salmos 118:14 encontramos la misma verdad. Es el segundo grupo importante del Antiguo Testamento. Si vamos a--los libros proféticos, el tercer grupo importante, en Isaías 12:2 hallamos esto mismo.
Para mí es interesante además, que Dios enseñe esto en las tres secciones importantes del Antiguo Testamento. Uno de los lugares más interesantes, es el que le mostraré en un momento. Los tres versículos dicen lo siguiente de una manera u otra: “Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré” (Ex. 15:2). Estos versículos nos enseñan tres cosas acerca de Dios:
1. Dicen que Dios el Señor es nuestra fortaleza. No sólo nos da fortaleza como cristianos, sino que Dios es nuestra fortaleza. Jesús lo dijo de esta manera en Juan 15:5:“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. Si los pámpanos no permanecen en la vid, ¿qué sucede?¡Se secan, mueren! ¿Por qué? Porque la vid es la fortaleza de los pámpanos. Por eso dijo el Señor, “porque separados de mí nada podéis hacer”. ¡Tenemos que permanecer en Cristo! Jesús dijo: “Tienen que permanecer en mí. Mis palabras deben permanecer en ustedes”. Es que la vid no sólo provee fuerza para el pámpano, la vid literalmente es la fuerza del pámpano. ¡Dios es nuestra fortaleza!
2. También dice que es nuestra “salvación”. Y creo que aquí cambia un poco la sintaxis. Porque de una manera muy singular, por medio de la encarnación Jesucristo ha llegado a ser salvación para nosotros. La salvación no está en una iglesia, no está en una creencia. La salvación no está en una religión. La salvación se encuentra en una Persona. Si no tiene la Persona no tiene la salvación, y la Persona es Jesucristo.
3. Dios es nuestra fortaleza. Dios es nuestra salvación, pero observen lo que dice entre estas dos frases sin perder un solo paso, leemos “Jehová es mi fortaleza y mi cántico”. ¡Dios también es nuestro cántico! Sé que algunos dicen: “Pues probablemente es un cántico de alabanza a Dios, o un cántico que se refiere a Dios”. No, la palabra que aquí se traduce “cántico”, como muchos términos que señalaremos, no se refiere a alabar a Dios con palabras, sino a la música misma. El término hebreo es “zimrath”, que literalmente significa “música instrumental”. A eso se refiere, a queDios es mi instrumento, y la palabra literalmente significa pulsar las cuerdas de un instrumento. Incluso en la Concordancia Bíblica en inglés el número es el 2176.
A propósito de esta palabra, únicamente se usa en tres citas. No está en ninguna otra parte del Antiguo Testamento. Creo que cuando Dios limita de esa manera el uso de un término, intenta darle un significado especial. Esta palabra viene del vocablo “zamar”, que literalmente significa “hacer sonar las cuerdas del instrumento”, no con el plectro (la púa que se usa para tocar los instrumentos de cuerda), sino con los dedos mismos.
La música es parte de la naturaleza de Dios. Dios mismo es musical. Me preguntará: “¿realmente cree que Dios es musical?” ¡Claro que sí! Incluso la música es lo único que yo sepa que estaba en el cielo antes de que Dios creara el mundo, que tenemos aquí en la tierra con nosotros y que tendremos en el cielo en el futuro. Si usted sabe de otra cosa me gustaría saberlo. ¿Sabe de alguna otra cosa? ¡Yo no!
A mí me gusta predicar, predico a la menor provocación y hasta provoco. Pero en el cielo no necesitaremos predicación, pero si cantaremos. Tendremos música, música instrumental. Apocalipsis habla de música instrumental, ¿sabe por qué? Porque Dios es musical. Es parte de la naturaleza de Dios. He leído algunos libros cristianos que hasta declaran, que “Dios hizo la música para el hombre”. ¡No! Dios no hizo la música para el hombre. Había música en el cielo antes que Dios creara al hombre. Incluso leí un libro cristiano, que dice: “El hombre aprendió a producir música imitando a los animales”. ¡Esta persona ha aceptado la evolución y ni cuenta se ha dado !El hombre crea música porque Dios es musical y cuando el Señor nos hizo a su imagen, nos hizo también musicales. ¡Qué emocionante! ¿No?
La música es parte de la naturaleza de Dios. Eso significa, y preste mucha atención, porque no estoy enseñando verdades nuevas. Si esta verdad es nueva, es herejía. Lo que estoy enseñando ha sido descuidado en el entendimiento de las personas. Hace siglos la gente entendía esta verdad. Es en nuestra generación, que tenemos más proliferación de la música, pero menos entendimiento de ella.
Recuerdo que ya adulto conducía mi auto pensando: “¿No sería maravilloso poder tener un tocadiscos en el auto?” Y de inmediato me decía: “Nunca se podrá, porque no hay manera de hacer que la aguja permanezca en el disco”. Pero hoy tenemos tocacintas y discos compactos. Podemos escuchar una sinfonía grabada hace años en algún lugar de Europa. ¡Cómo le habría gustado eso a Bach! Pero al mismo tiempo que tenemos esa proliferación de música, poseemos menos entendimiento del significado de la música y su mensaje.
El Lenguaje de la Musica Parte 2
Dr. Frank Garlock
Dios es musical y eso significa que la música es eterna como lo es él. Cuando cantamos juntos, cuando alabamos a Dios en nuestras iglesias estamos haciendo algo que Dios ha tenido en la eternidad. Y nosotros lo haremos por la eternidad. Aquí sólo estamos practicando un poco. ¡Si eso no le emociona es porque tiene descompuesto el emocionador! Es que la música es parte de la naturaleza de Dios.
Ahora lo que sigue se va a poner un poco técnico, pero quiero que vea que sí existen pruebas de lo que estoy afirmando. Por ejemplo en Sofonías 3:17 dice: “Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti (su hijo) con cánticos”. Dios manifiesta que cuando usted y yo hacemos lo correcto, ¿qué hace Dios? ¡Canta! Así afirma Sofonías, que Dios canta. ¡Eso es fascinante! Si estudia la Escritura se dará cuenta que Dios no sólo canta, sino que toca la trompeta. Leemos en Zacarías 9:14: “... Y Jehová el Señor tocará trompeta...”. Aquí dice bien claro que el Señor toca. No discuta conmigo, discuta con Dios, porque es Él quien dice “... Y Jehová el Señor tocará trompeta...” Dios toca la trompeta, y eso es fascinante para mí.
Nunca había pensado en esto hasta hace poco, que al llegar uno a 1 Tesalonicenses 4:16, donde habla del regreso del Señor, ¿sabe qué dice?: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo...” Si compara eso con el pasaje de Zacarías, verá que Zacarías 9:14 también está hablando de la segunda venida del Señor. Bien pudiera ser que Dios mismo es quien toca la trompeta. Ya que dice: “El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo...” Pudiera ser... ¿Por qué? Porque Dios es musical.
Creo que una de las cosas más interesantes en cuanto a esto, es que Jesucristo mismo cantó cuando estuvo en la tierra. ¿Cómo lo sé? Leemos en Mateo 26:30, que Jesús se encontraba con sus discípulos en el aposento alto. Estaba a punto de salir para el huerto e ir a la cruz, y dice el versículo “Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos”. Si conoce la historia de la Pascua sabrá que había varios Salmos llamados los “Salmos Hallel”. Desde el 111 hasta el 118 les llaman los “Salmos Hallel” o “Los Salmos Aleluya”. El 111 y el 112 son realmente introducción a la sección. Del 113 al 118 se llaman “Los Salmos Hallel egipcios”, porque eran los que se cantaban en la Pascua. Los Salmos 113 y 114 se cantaban antes de cenar y los Salmos 115 al 118, después de la cena de la Pascua.
Bien pudiera ser que lo último que Jesús cantó con sus discípulos fuera el Salmo 118. ¿Recuerda lo que dice el Salmo 118:14? “Mi fortaleza y mi cántico es JAH, y él me ha sido por salvación”. ¿Puede imaginar a Jesús cantando con sus discípulos en esa cena y diciendo: “Jehová es mi fortaleza. Voy a ir a la cruz, pero Jehová es mi fortaleza. Él es mi cántico y ahora va a ser mi salvación”, para luego ir a la cruz y ser salvación para usted y para mí? Y lo cantó con sus discípulos.
Dios canta, Dios es musical. Eso es parte de la economía de Dios y ahora viene la parte técnica, llegamos a la serie de sobre tonos. Ahora, la serie de sobre tonos es muy interesante. Ésto ha sido reconocido desde hace muchos años. Si tocamos el do bajo, no es el do más bajo del piano aunque se llama do bajo. Al sonar esta nota, hay otras notas que están sonando junto con ella. Por ejemplo, al tocar ese do bajo, hay una nota que está exactamente a una octava por arriba de la primera.
Una octava es donde las notas están en relación de ocho notas: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8. Uno al 8, esa es una octava. Así que estas notas están en una octava de distancia. Por eso dos notas, a una octava una de la otra, sean graves o agudas, donde estén, si están a una octava, la relación de sus frecuencias siempre es de dos a uno. ¿Por qué? Porque el número dos de la serie, número uno es el fundamental, número dos siempre es una octava. Pero si seguimos ascendiendo a través de la serie, le llaman parciales o armónicas, número tres es una quinta arriba de la segunda nota 1, 2, 3, 4, 5. Uno al 5. Por eso en dos notas a una quinta de distancia, la relación de sus frecuencias siempre es de tres a dos, porque esa es la tercera nota de la serie.
Si seguimos ascendiendo a través de la serie hasta el número 6, 4, 5, 6, llegamos a un acorde mayor. Por eso tanta de nuestra música se desarrolla sobre tonos mayores. Nada tiene de malo el menor, pero así se presentan las notas en la serie armónica. Más adelante le explicaré esto, para mostrarle cómo todo retorna a esta serie armónica. Lo que quiero que note ahora, es que el do bajo tiene 66 vibraciones, el siguiente 132, exactamente el doble, el cuarto que está justamente a una octava arriba del do tiene 264. Y si observa, todos esos números son múltiplos de 11. Hay exactamente 66 vibraciones entre el primero y el siguiente y hay una razón para esto. Tiene su diseño, no es casualidad. Hay razones absolutas para lo que Dios hace. Lo que estoy afirmando no es algo que el hombre haya inventado. Era conocido por Pitágoras, antes de Cristo. Es la manera cómo Dios diseñó el sonido.
Todas esas notas están incluidas en ese do bajo. Si toco la tecla del do bajo, oprimo el segundo, luego paso al centro del piano al do central y toco esa triada, oirá las tres notas en una sola cuerda. Eso significa que todas esas notas están en una sola cuerda. Esa es la ilustración que le quiero dar. Si toco el do central, el sol y el mi están presentes, pero el do se sostiene solo. Si toco mi, la nota central, las dos notas extremas, el sol y el do están presentes, pero el mi se sostiene solo. Si toco sol, la nota superior, el mi y el do están presentes, pero el mi se sostiene solo. Tengo literalmente tres en uno. Es la mejor ilustración de la Trinidad, de la Deidad que yo conozco.
Algunos maestros de la Biblia dicen que no hay una ilustración perfecta de la Trinidad. Sin embargo, le acabo de dar una ilustración fabulosa y la analogía se sostiene. ¿Sabe por qué? Porque Dios es musical. Aún en la forma en que Dios ha hecho el sonido, nos ha dado una ilustración de sí mismo. Como dice Romanos 1:20, conocemos “... su eterno poder y deidad... por medio de las cosas hechas...” Y la música ilustra perfectamente la Trinidad de la Deidad, porque Dios es musical y nos ha dado esto para comunicarnos cuánto le interesa la música.
Un músico muy conocido que falleció recientemente Leonard Bernstein, fue conductor de la orquesta filarmónica de Nueva York, un genio. No fue todo lo que debía ser en su vida personal, pero era un genio musical y un verdadero erudito. Este hombre dio algunas conferencias en Harvard hace varios años, las “Conferencias Norton”, un estudio fascinante e iluminador sobre la música. En ellas este hombre dijo: “Que toda música tiene un origen común”. ¿Sabe cuál es ese origen común? La serie de sobre tonos. Así lo dijo y se refiere a toda clase de música: a la oriental, la africana, suahili, de donde sea, todo tiene un origen común.
Ahora, este hombre era judío, no tenía ni una pizca de cristiano, pero reconoció que hay un origen común y afirmó que ese origen común es la serie armónica. Amplió ese comentario y habló de la gramática que surge de las mismas fuentes monogenéticas. Observe esta palabra “monogenética”, porque cuando habla de monogénesis se refiere a que todo procede de una sola fuente. Él no reconoció la fuente, pero sí admitió que debía haber una sola fuente de la que procede toda la música. Dice: “Que sus lenguajes musicales variados procedieron de su origen común” y agrega que esas lenguas son lenguajes de tonos. Note cómo relaciona esto con el lenguaje. Todos los eruditos lo hacen. Los que entienden el significado de la música, los musicólogos reconocen esto, que las lenguas son lenguajes de tonos. Por eso llamamos a esta sección de la serie de mensajes “El lenguaje de la música”. Estas lenguas son lenguajes de tonos surgidos de una estructura universal de tonos. Todos proceden de la misma fuente, por eso le llamamos a la música el idioma universal.
La música es un idioma universal porque procede de una misma fuente. Este hombre reconoce ese hecho y desarrolla esta idea diciendo que todo se puede identificar con la escala pentatónica. Es asombroso, porque la escala pentatónica surge de la serie de sobre tonos. Muchos de los himnos que usted y yo cantamos son pentatónicos, pero ni cuenta nos damos. Si quiere saber qué es una escala pentatónica, vaya al piano y toque todas las notas negras y tendrá una escala pentatónica. Es una escala de cinco tonos. Muchas de las melodías que cantamos, tal como “Gracia admirable” son pentatónicas. Si escucha esta melodía hasta el final, verá que es una tonada pentatónica, usa solo cinco notas y las repite una y otra vez. Y eso mismo lo encontramos en otras tonadas.
Esa escala pentatónica es parte de la monogénesis. “Cuán firme cimiento se ha dado a la fe...” es una melodía pentatónica. También “Corazones te ofrecemos Dios”. Y así sucesivamente. Descubrirá que muchas melodías proceden directamente de la escala pentatónica. ¿Por qué? Porque hay una sola fuente. Ahora el señor Bernstein dice que su desarrollo tomó diez millones de años. ¡Es asombroso! ¡Con lo eruditos que son, pierden el camino cuando aceptan la evolución! Nosotros sabemos que la razón es porque Dios es la fuente y Dios es musical. Cuando nos hizo a su imagen, nos hizo musicales, puso ese lenguaje musical en todas las personas.
Hay otro libro muy interesante, fue escrito por una mujer que se llama Connie Fortunato. La señora Fortunato es experta en el campo de la música infantil y en la forma cómo la música afecta a los niños. Dice cosas muy interesantes en su libro. Por ejemplo, habla de la manera en que la música afecta a los bebés, aún antes de que nazcan, porque los niños pueden oír sonidos desde antes de nacer. Por eso dice que un bebé reconoce su propio idioma cuando tiene tres días de nacido, porque lo ha escuchado desde siempre. ¿Se imagina? ¡Y así abortan a un ser humano con ese conocimiento! Dice que un bebé puede aprender a reconocer una sinfonía de Mozart y entenderla para cuando tiene seis meses de edad. Y afirma que escuchar una melodía de Mozart, con lo complejas que son, ayuda al niño a organizar sus pensamientos. Algunas de mis obras para orquesta las anoto primero en el borrador. Siempre digo que la mejor herramienta es el borrador, borro más de lo que escribo, pero Mozart no. Era tan genial que lo componía todo en su mente y luego anotaba lo que había concebido. No había borrones en su obra.
Connie Fortunato continúa y habla del desarrollo de los niños. De cómo la música los ayuda en su desarrollo sicomotriz, su coordinación y habilidades físicas. También asegura que contribuye en el desarrollo afectivo emocional, para un desarrollo emocional correcto. Por eso una música mala, lo lleva emocionalmente en una dirección equivocada. La señora Fortunato, sigue explicando que también influye en su desarrollo intelectual. Hable con el director de la banda en la escuela que usted guste, y le dirá que los niños más inteligentes de la escuela, están en su banda. No es que los más inteligentes están en la orquesta, sino que el estar estudiando música los hace más listos, los ayuda en su desarrollo intelectual.
Así que la música nos afecta de muchísimas maneras. Y si la música nos afecta de esa forma y es tan importante, debemos entender entonces cuán importante es la filosofía que refleja. Toda música refleja una filosofía. Si pasa por una cantina, escuchará que están tocando cierto tipo de melodías. Esa música refleja la filosofía de ese lugar. Por eso, este tipo de música no cabe en la vida de un cristiano. Si pasa por un club nocturno, también oirá otro tipo de música, la cual refleja a su vez lo que creen en ese club nocturno. Es por esta razón que no debemos tenerla en nuestras iglesias, ni en nuestros hogares.
Muchas radiodifusoras cristianas, no todas, han tomado ese sonido de club nocturno y lo han introducido en nuestros hogares, enseñando a nuestros jóvenes a familiarizarse con él, destruyendo la separación que Dios quiere que haya entre nosotros y el mundo. ¿Por qué? Si su música no nos parece mala, el lugar tampoco nos parecerá malo, refleja una filosofía y creo que necesitamos reconocer esto.
Nuestra música sagrada refleja el concepto que tenemos de Dios. Toda música sagrada que usemos refleja lo que creemos acerca de Dios. Si usa música majestuosa, es porque cree que Dios es majestuoso. Tal como cuando se toca “Santo, Santo, Santo”. Observe la majestuosidad de la música. Eso, si creemos que Dios es majestuoso.
Pero si no cree eso y dice: “Bueno, yo quiero tener música sentimental como música sagrada”, es porque piensa que Dios es sentimental, que lo perdona todo, que es un anciano allí arriba y que no le importa lo que hagamos. Que siempre que nos arrepintamos Él nos perdona. Pero la mayoría de esa música tiene el son de club nocturno, mundano, el lado sensual que usaría un cantante de club. Se supone que esa música sagrada es puro sentimentalismo.
Pero podemos ir más allá. Si tiene la música “pop”, la popular como su música sagrada, es porque cree en un Dios populachero. Se supone que esa música que habla “de sentarse en el trono” y todo eso, convierte a Dios en un Dios “pop”. El estilo popular revela lo que esas personas creen acerca de Dios y no es un concepto nada bíblico. Creo que la mejor ilustración que les podría dar para terminar esta sesión, sería la Biblia misma. ¿Se ha puesto a pensar en el milagro que es este libro? Dios pudo haber escrito el Evangelio en el cielo para que todos pudieran leerlo en su propio idioma, pero no lo hizo. Igualmente pudo haber puesto un par de bocinas para que todos lo oyeran en su propio idioma, pero tampoco lo hizo. En su soberanía quiso comunicarse con nosotros por medio de su Palabra, pero al hacerlo dotó a su Palabra de casi todos sus atributos eternos. Leemos en su portada Santa Biblia, ¿por qué?, porque Dios es Santo y su Palabra es santa. Creemos que la Biblia es eterna, ¿por qué?, porque Dios es eterno. El Salmista dijo: “Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos” (Sal. 119:89).
Dios nunca cambiará su Palabra. Cualquier libro de texto que ya tiene cinco años es obsoleto, porque las personas han cambiado la manera de pensar. Dios no, nunca cambiará. Aun en la eternidad Dios no faltará a su Palabra. Nosotros creemos que la Biblia no contiene errores, que es infalible, ¿por qué?, porque Dios es infalible. Si usted cree que la Biblia tiene errores, es porque estima que Dios comete errores. Cuando Dios eligió comunicarse con nosotros por medio de su Palabra, la dotó de todos sus atributos eternos. Si nosotros como cristianos reconocemos quién es Dios y lo que a Dios le interesa, entonces buscaremos que nuestra música sea agradable al Señor. Que sea lo que Él desea, para que comunique nuestra manera de vivir, nuestro carácter, qué creemos acerca de Dios, y lo que Él quiere que seamos.
Dios es musical y eso significa que la música es eterna como lo es él. Cuando cantamos juntos, cuando alabamos a Dios en nuestras iglesias estamos haciendo algo que Dios ha tenido en la eternidad. Y nosotros lo haremos por la eternidad. Aquí sólo estamos practicando un poco. ¡Si eso no le emociona es porque tiene descompuesto el emocionador! Es que la música es parte de la naturaleza de Dios.
Ahora lo que sigue se va a poner un poco técnico, pero quiero que vea que sí existen pruebas de lo que estoy afirmando. Por ejemplo en Sofonías 3:17 dice: “Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti (su hijo) con cánticos”. Dios manifiesta que cuando usted y yo hacemos lo correcto, ¿qué hace Dios? ¡Canta! Así afirma Sofonías, que Dios canta. ¡Eso es fascinante! Si estudia la Escritura se dará cuenta que Dios no sólo canta, sino que toca la trompeta. Leemos en Zacarías 9:14: “... Y Jehová el Señor tocará trompeta...”. Aquí dice bien claro que el Señor toca. No discuta conmigo, discuta con Dios, porque es Él quien dice “... Y Jehová el Señor tocará trompeta...” Dios toca la trompeta, y eso es fascinante para mí.
Nunca había pensado en esto hasta hace poco, que al llegar uno a 1 Tesalonicenses 4:16, donde habla del regreso del Señor, ¿sabe qué dice?: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo...” Si compara eso con el pasaje de Zacarías, verá que Zacarías 9:14 también está hablando de la segunda venida del Señor. Bien pudiera ser que Dios mismo es quien toca la trompeta. Ya que dice: “El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo...” Pudiera ser... ¿Por qué? Porque Dios es musical.
Creo que una de las cosas más interesantes en cuanto a esto, es que Jesucristo mismo cantó cuando estuvo en la tierra. ¿Cómo lo sé? Leemos en Mateo 26:30, que Jesús se encontraba con sus discípulos en el aposento alto. Estaba a punto de salir para el huerto e ir a la cruz, y dice el versículo “Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos”. Si conoce la historia de la Pascua sabrá que había varios Salmos llamados los “Salmos Hallel”. Desde el 111 hasta el 118 les llaman los “Salmos Hallel” o “Los Salmos Aleluya”. El 111 y el 112 son realmente introducción a la sección. Del 113 al 118 se llaman “Los Salmos Hallel egipcios”, porque eran los que se cantaban en la Pascua. Los Salmos 113 y 114 se cantaban antes de cenar y los Salmos 115 al 118, después de la cena de la Pascua.
Bien pudiera ser que lo último que Jesús cantó con sus discípulos fuera el Salmo 118. ¿Recuerda lo que dice el Salmo 118:14? “Mi fortaleza y mi cántico es JAH, y él me ha sido por salvación”. ¿Puede imaginar a Jesús cantando con sus discípulos en esa cena y diciendo: “Jehová es mi fortaleza. Voy a ir a la cruz, pero Jehová es mi fortaleza. Él es mi cántico y ahora va a ser mi salvación”, para luego ir a la cruz y ser salvación para usted y para mí? Y lo cantó con sus discípulos.
Dios canta, Dios es musical. Eso es parte de la economía de Dios y ahora viene la parte técnica, llegamos a la serie de sobre tonos. Ahora, la serie de sobre tonos es muy interesante. Ésto ha sido reconocido desde hace muchos años. Si tocamos el do bajo, no es el do más bajo del piano aunque se llama do bajo. Al sonar esta nota, hay otras notas que están sonando junto con ella. Por ejemplo, al tocar ese do bajo, hay una nota que está exactamente a una octava por arriba de la primera.
Una octava es donde las notas están en relación de ocho notas: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8. Uno al 8, esa es una octava. Así que estas notas están en una octava de distancia. Por eso dos notas, a una octava una de la otra, sean graves o agudas, donde estén, si están a una octava, la relación de sus frecuencias siempre es de dos a uno. ¿Por qué? Porque el número dos de la serie, número uno es el fundamental, número dos siempre es una octava. Pero si seguimos ascendiendo a través de la serie, le llaman parciales o armónicas, número tres es una quinta arriba de la segunda nota 1, 2, 3, 4, 5. Uno al 5. Por eso en dos notas a una quinta de distancia, la relación de sus frecuencias siempre es de tres a dos, porque esa es la tercera nota de la serie.
Si seguimos ascendiendo a través de la serie hasta el número 6, 4, 5, 6, llegamos a un acorde mayor. Por eso tanta de nuestra música se desarrolla sobre tonos mayores. Nada tiene de malo el menor, pero así se presentan las notas en la serie armónica. Más adelante le explicaré esto, para mostrarle cómo todo retorna a esta serie armónica. Lo que quiero que note ahora, es que el do bajo tiene 66 vibraciones, el siguiente 132, exactamente el doble, el cuarto que está justamente a una octava arriba del do tiene 264. Y si observa, todos esos números son múltiplos de 11. Hay exactamente 66 vibraciones entre el primero y el siguiente y hay una razón para esto. Tiene su diseño, no es casualidad. Hay razones absolutas para lo que Dios hace. Lo que estoy afirmando no es algo que el hombre haya inventado. Era conocido por Pitágoras, antes de Cristo. Es la manera cómo Dios diseñó el sonido.
Todas esas notas están incluidas en ese do bajo. Si toco la tecla del do bajo, oprimo el segundo, luego paso al centro del piano al do central y toco esa triada, oirá las tres notas en una sola cuerda. Eso significa que todas esas notas están en una sola cuerda. Esa es la ilustración que le quiero dar. Si toco el do central, el sol y el mi están presentes, pero el do se sostiene solo. Si toco mi, la nota central, las dos notas extremas, el sol y el do están presentes, pero el mi se sostiene solo. Si toco sol, la nota superior, el mi y el do están presentes, pero el mi se sostiene solo. Tengo literalmente tres en uno. Es la mejor ilustración de la Trinidad, de la Deidad que yo conozco.
Algunos maestros de la Biblia dicen que no hay una ilustración perfecta de la Trinidad. Sin embargo, le acabo de dar una ilustración fabulosa y la analogía se sostiene. ¿Sabe por qué? Porque Dios es musical. Aún en la forma en que Dios ha hecho el sonido, nos ha dado una ilustración de sí mismo. Como dice Romanos 1:20, conocemos “... su eterno poder y deidad... por medio de las cosas hechas...” Y la música ilustra perfectamente la Trinidad de la Deidad, porque Dios es musical y nos ha dado esto para comunicarnos cuánto le interesa la música.
Un músico muy conocido que falleció recientemente Leonard Bernstein, fue conductor de la orquesta filarmónica de Nueva York, un genio. No fue todo lo que debía ser en su vida personal, pero era un genio musical y un verdadero erudito. Este hombre dio algunas conferencias en Harvard hace varios años, las “Conferencias Norton”, un estudio fascinante e iluminador sobre la música. En ellas este hombre dijo: “Que toda música tiene un origen común”. ¿Sabe cuál es ese origen común? La serie de sobre tonos. Así lo dijo y se refiere a toda clase de música: a la oriental, la africana, suahili, de donde sea, todo tiene un origen común.
Ahora, este hombre era judío, no tenía ni una pizca de cristiano, pero reconoció que hay un origen común y afirmó que ese origen común es la serie armónica. Amplió ese comentario y habló de la gramática que surge de las mismas fuentes monogenéticas. Observe esta palabra “monogenética”, porque cuando habla de monogénesis se refiere a que todo procede de una sola fuente. Él no reconoció la fuente, pero sí admitió que debía haber una sola fuente de la que procede toda la música. Dice: “Que sus lenguajes musicales variados procedieron de su origen común” y agrega que esas lenguas son lenguajes de tonos. Note cómo relaciona esto con el lenguaje. Todos los eruditos lo hacen. Los que entienden el significado de la música, los musicólogos reconocen esto, que las lenguas son lenguajes de tonos. Por eso llamamos a esta sección de la serie de mensajes “El lenguaje de la música”. Estas lenguas son lenguajes de tonos surgidos de una estructura universal de tonos. Todos proceden de la misma fuente, por eso le llamamos a la música el idioma universal.
La música es un idioma universal porque procede de una misma fuente. Este hombre reconoce ese hecho y desarrolla esta idea diciendo que todo se puede identificar con la escala pentatónica. Es asombroso, porque la escala pentatónica surge de la serie de sobre tonos. Muchos de los himnos que usted y yo cantamos son pentatónicos, pero ni cuenta nos damos. Si quiere saber qué es una escala pentatónica, vaya al piano y toque todas las notas negras y tendrá una escala pentatónica. Es una escala de cinco tonos. Muchas de las melodías que cantamos, tal como “Gracia admirable” son pentatónicas. Si escucha esta melodía hasta el final, verá que es una tonada pentatónica, usa solo cinco notas y las repite una y otra vez. Y eso mismo lo encontramos en otras tonadas.
Esa escala pentatónica es parte de la monogénesis. “Cuán firme cimiento se ha dado a la fe...” es una melodía pentatónica. También “Corazones te ofrecemos Dios”. Y así sucesivamente. Descubrirá que muchas melodías proceden directamente de la escala pentatónica. ¿Por qué? Porque hay una sola fuente. Ahora el señor Bernstein dice que su desarrollo tomó diez millones de años. ¡Es asombroso! ¡Con lo eruditos que son, pierden el camino cuando aceptan la evolución! Nosotros sabemos que la razón es porque Dios es la fuente y Dios es musical. Cuando nos hizo a su imagen, nos hizo musicales, puso ese lenguaje musical en todas las personas.
Hay otro libro muy interesante, fue escrito por una mujer que se llama Connie Fortunato. La señora Fortunato es experta en el campo de la música infantil y en la forma cómo la música afecta a los niños. Dice cosas muy interesantes en su libro. Por ejemplo, habla de la manera en que la música afecta a los bebés, aún antes de que nazcan, porque los niños pueden oír sonidos desde antes de nacer. Por eso dice que un bebé reconoce su propio idioma cuando tiene tres días de nacido, porque lo ha escuchado desde siempre. ¿Se imagina? ¡Y así abortan a un ser humano con ese conocimiento! Dice que un bebé puede aprender a reconocer una sinfonía de Mozart y entenderla para cuando tiene seis meses de edad. Y afirma que escuchar una melodía de Mozart, con lo complejas que son, ayuda al niño a organizar sus pensamientos. Algunas de mis obras para orquesta las anoto primero en el borrador. Siempre digo que la mejor herramienta es el borrador, borro más de lo que escribo, pero Mozart no. Era tan genial que lo componía todo en su mente y luego anotaba lo que había concebido. No había borrones en su obra.
Connie Fortunato continúa y habla del desarrollo de los niños. De cómo la música los ayuda en su desarrollo sicomotriz, su coordinación y habilidades físicas. También asegura que contribuye en el desarrollo afectivo emocional, para un desarrollo emocional correcto. Por eso una música mala, lo lleva emocionalmente en una dirección equivocada. La señora Fortunato, sigue explicando que también influye en su desarrollo intelectual. Hable con el director de la banda en la escuela que usted guste, y le dirá que los niños más inteligentes de la escuela, están en su banda. No es que los más inteligentes están en la orquesta, sino que el estar estudiando música los hace más listos, los ayuda en su desarrollo intelectual.
Así que la música nos afecta de muchísimas maneras. Y si la música nos afecta de esa forma y es tan importante, debemos entender entonces cuán importante es la filosofía que refleja. Toda música refleja una filosofía. Si pasa por una cantina, escuchará que están tocando cierto tipo de melodías. Esa música refleja la filosofía de ese lugar. Por eso, este tipo de música no cabe en la vida de un cristiano. Si pasa por un club nocturno, también oirá otro tipo de música, la cual refleja a su vez lo que creen en ese club nocturno. Es por esta razón que no debemos tenerla en nuestras iglesias, ni en nuestros hogares.
Muchas radiodifusoras cristianas, no todas, han tomado ese sonido de club nocturno y lo han introducido en nuestros hogares, enseñando a nuestros jóvenes a familiarizarse con él, destruyendo la separación que Dios quiere que haya entre nosotros y el mundo. ¿Por qué? Si su música no nos parece mala, el lugar tampoco nos parecerá malo, refleja una filosofía y creo que necesitamos reconocer esto.
Nuestra música sagrada refleja el concepto que tenemos de Dios. Toda música sagrada que usemos refleja lo que creemos acerca de Dios. Si usa música majestuosa, es porque cree que Dios es majestuoso. Tal como cuando se toca “Santo, Santo, Santo”. Observe la majestuosidad de la música. Eso, si creemos que Dios es majestuoso.
Pero si no cree eso y dice: “Bueno, yo quiero tener música sentimental como música sagrada”, es porque piensa que Dios es sentimental, que lo perdona todo, que es un anciano allí arriba y que no le importa lo que hagamos. Que siempre que nos arrepintamos Él nos perdona. Pero la mayoría de esa música tiene el son de club nocturno, mundano, el lado sensual que usaría un cantante de club. Se supone que esa música sagrada es puro sentimentalismo.
Pero podemos ir más allá. Si tiene la música “pop”, la popular como su música sagrada, es porque cree en un Dios populachero. Se supone que esa música que habla “de sentarse en el trono” y todo eso, convierte a Dios en un Dios “pop”. El estilo popular revela lo que esas personas creen acerca de Dios y no es un concepto nada bíblico. Creo que la mejor ilustración que les podría dar para terminar esta sesión, sería la Biblia misma. ¿Se ha puesto a pensar en el milagro que es este libro? Dios pudo haber escrito el Evangelio en el cielo para que todos pudieran leerlo en su propio idioma, pero no lo hizo. Igualmente pudo haber puesto un par de bocinas para que todos lo oyeran en su propio idioma, pero tampoco lo hizo. En su soberanía quiso comunicarse con nosotros por medio de su Palabra, pero al hacerlo dotó a su Palabra de casi todos sus atributos eternos. Leemos en su portada Santa Biblia, ¿por qué?, porque Dios es Santo y su Palabra es santa. Creemos que la Biblia es eterna, ¿por qué?, porque Dios es eterno. El Salmista dijo: “Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos” (Sal. 119:89).
Dios nunca cambiará su Palabra. Cualquier libro de texto que ya tiene cinco años es obsoleto, porque las personas han cambiado la manera de pensar. Dios no, nunca cambiará. Aun en la eternidad Dios no faltará a su Palabra. Nosotros creemos que la Biblia no contiene errores, que es infalible, ¿por qué?, porque Dios es infalible. Si usted cree que la Biblia tiene errores, es porque estima que Dios comete errores. Cuando Dios eligió comunicarse con nosotros por medio de su Palabra, la dotó de todos sus atributos eternos. Si nosotros como cristianos reconocemos quién es Dios y lo que a Dios le interesa, entonces buscaremos que nuestra música sea agradable al Señor. Que sea lo que Él desea, para que comunique nuestra manera de vivir, nuestro carácter, qué creemos acerca de Dios, y lo que Él quiere que seamos.
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